El secretario de Estado de Empleo y Economía Social, Joaquín Pérez Rey, ha afirmado este viernes que el Ministerio de Trabajo y Economía Social va a mejorar la herramienta de lucha contra el fraude y su gestión potenciando el uso de las tecnologías y pretende incorporar 214 funcionarios de carrera al cuerpo de la Inspección de Trabajo durante 2021.
Así lo ha señalado durante su intervención en la Comisión de Trabajo, Inclusión, Seguridad Social y Migraciones en el Congreso, donde ha apuntado que también se incorporarán 180 personas en prácticas y 55 funcionarios de cuerpos generales.
El secretario de Estado ha puesto de relieve que, por primera vez en su historia, la Inspección de Trabajo y Seguridad Social va a contar con un presupuesto propio que estará dotado con 175,8 millones de euros.
«Este organismo es un servicio público esencial para el cumplimiento del objetivo prioritario de proteger los derechos de los trabajadores y velar por la calidad del empleo», ha resaltado Rey.
Durante su intervención, el secretario de Estado ha incidido en que los objetivos de los Presupuestos son «muy nítidos» y se centran en desplegar unas políticas activas de empleo que permitan crear trabajo de «calidad» y en contribuir desde el trabajo a la reactivación económica, que tiene que ser el revulsivo frente a la crisis, impulsando el empleo y la cualificación personal y teniendo en cuenta la transformación verde, digital y social, pero también mejorando los sistemas de protección por desempleo para que nadie se quede atrás».
En este sentido, considera que el «importantísimo» capítulo que se dedica a políticas activas de empleo en los presupuestos debe servir para contribuir a propiciar un cambio del modelo productivo.
«Este no es el único escenario para propiciar ese cambio, pero sí es un cambio importante en la medida en que actuemos sobre las cualificaciones profesionales, la formación o las transiciones profesionales», según Rey, que considera que el otro cambio pasa por empezar a luchar contra los elementos de segmentación que lastran el mercado e trabajo como jóvenes, mujeres o parados de larga duración.
«Este es el gran reto al que se enfrentan las políticas activas de empleo y debe ser la palanca necesaria para dejar atrás un mercado de trabajo que hasta ahora ha generado bastante desesperanza y desasosiego», ha añadido.
En las próximas semanas, según ha anunciado, se va a publicar una orden del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) en virtud de la cual se van a poner en marcha elementos de formación y no solo desde el punto de vista de la competencias digitales, sino también para hacer frente a los procesos de transición profesional que se producen en los sectores.
Asimismo, considera que es necesario que la crisis se traduzca en inseguridad y precariedad y por ello también se van a dotar recursos básicos para conformar una auténtica política social que aprenda del papel que han cumplido durante esta crisis la economía social y de los autónomos. Así, ha dicho que se va a dar un fuerte impulso a estos dos colectivos con medidas que les protejan. «Contribuyendo desde el Ministerio a que desarrollen todo el potencial que acumulan», ha añadido.
«Potenciar las políticas activas de empleo es vital para el Ministerio y para el conjunto del empleo. En 2021, tendremos más y mejores programas para mejorar el empleo», ha incidido el secretario de estado.
Para Rey, los Presupuestos son «el colchón necesario» para que en la medida en que la pandemia lo siga exigiendo se pueda seguir acompañando el proceso de regulación temporal de empleo, «que es imprescindible para mitigar los efectos de la pandemia en el sistema productivo».
Sobre la renovación de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) más allá del 31 de enero, el secretario de Estado ha recordado que la experiencia dice que «el sistema de renovar paulatinamente los ERTE y con periodos de tiempo cortos funciona razonablemente muy bien».
CAMBIOS LABORALES A LA ESPERA DEL ESTATUTO DEL SIGLO XXI
También ha hecho un balance «bastante positivo» de cómo han contribuido los ERTE a superar la crisis, pero considera que se deben seguir diseñando y mejorando en sus elementos centrales y, de hecho, considera que se debe incorporar al Estatuto de los Trabajadores del siglo XXI.
Asimismo, cree que se deben hacer algunos cambios laborales a la espera de este Estatuto, porque «no se puede perder más tiempo», pero también cree que la experiencia acumulada durante todo este tiempo hace saber que los mecanismos que ahora se tienen que poner en marcha son los que den oportunidades a los ajustes internos y no en términos de flexibilidad interna.
«Sería una gran noticia que todos aprendiéramos que los ajustes en materia de flexibilidad externa nos separan del entorno geográfico en el que vivimos», según Rey, que dice que el funcionamiento del mercado de trabajo español es poco europeo.