La Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) ha reelegido este sábado en su Asamblea general ordinaria de asociados con un 99% de los votos a Maite Araluce como presidenta de la asociación tras dos años al frente de la misma.
La presidenta de la AVT, Maite Araluce, ha explicado a los asociados el plan de acción que guiará el día a día de su junta directiva durante la próxima legislatura, que seguirá la estela del trabajo realizado en estos dos últimos años.
«Quiero seguir representando a la AVT para continuar con la asistencia integral y específica a todas las víctimas del terrorismo que lo necesitan, haciéndolo desde la profesionalidad, el cariño y la comprensión, con nuestra lucha pública de defender la derrota total del terrorismo», ha afirmado.
«LOS DERROTEROS QUE TOMA EL GOBIERNO SON MUY PREOCUPANTES»
Respecto a la situación actual de las víctimas del terrorismo, Araluce ha afirmado que «los derroteros que está tomando este Gobierno son muy, muy preocupantes» y ha recordado que el pasado mes de junio la asociación no acudió al Congreso el Día Nacional de las Víctimas del Terrorismo porque considera que «se han traspasado una serie de líneas rojas».
«No todo vale por conseguir los apoyos necesarios para gobernar, no todo vale por aprobar un Estado de alarma o unos presupuestos y no todos los grupos políticos tienen la misma legitimidad democrática, porque en determinados temas no existe la equidistancia ni las medias tintas», ha enfatizado.
En este sentido, ha avisado de que «o se está con las víctimas o se está con sus verdugos y con quienes les apoyan», y ha reprobado que «a tal punto ha llegado la gravedad del asunto que Otegi se siente con la legitimidad de decir públicamente que cambia presos por presupuestos».
En este sentido, ha indicado que las víctimas asisten con «absoluta estupefacción» el acercamiento «masivo» de presos de ETA «Con delitos de sangre y con mucha condena aún por cumplir» por parte del Gobierno, acumulando 58, ante la «totalidad pasividad de los partidos políticos constitucionalistas y el grueso de la sociedad».
«Nos sentimos en una posición de indefensión e impotencia absoluta», ha admitido Araluce, quien ha explicado que desde la AVT han planteado una reforma del Estatuto de la Víctima para que se permita ampliar los supuestos de recurso ante propuestas de semilibertad en la progresión al tercer grado de los presos de ETA o la aplicación del principio de flexibilidad a través del artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario. También ha dicho que se pretende recurrir como asociación en el caso de no existir víctimas individuales.