Aunque el pene humano no cuenta con hueso también se puede fracturar, aunque lo que realmente sucede es la rotura de los cuerpos cavernosos del pene. Cuando se produce el traumatismo, se debe en la mayoría de casos (algunos estudios muestran que entre 30% y 50%) a un mal movimiento realizado al tener relaciones sexuales “muy dinámicas”.
Los afectados manifiestan haber sentido un chasquido, seguido de intenso dolor. En pleno estado de shock, parece como si el pene se hubiera «roto» porque al realizar un movimiento brusco durante el coito, se produce un desgarro en la túnica rígida albugínea que envuelve el pene.
Una “fractura del pene” requiere atención médica de urgencia aunque es una urgencia urológica poco frecuente. La lesión, por lo general, puede diagnosticarse mediante un examen físico, y generalmente se recomienda reparación quirúrgica inmediata y debe intervenir un equipo multidisciplinar tanto en quirófano como en planta de hospitalización. Es una anomalía poco frecuente, pero tiene una repercusión importante en relación con la función sexual si no se trata de manera adecuada y oportuna.
Conclusiones como éstas serán expuestas y debatidas en el XXX Congreso Nacional de Técnicos en Cuidados de Enfermería y Técnicos en Emergencias Sanitaras que se va a celebrar del 29 al 31 de mayo en Bilbao.