Hoy en día ser influencer es sinónimo de tener una gran repercusión en las redes sociales. Cuantos más seguidores tienen, más cotizados están en el mercado. Son muchas las marcas a las que no les importa desembolsar grandes cantidades de dinero a cambio de que el influencer de turno publicite sus artículos en su perfil.
Sin embargo, muchos de los llamados influencers no lo son tal, puesto que gran cantidad de sus seguidores son falsos. Según ha denunciado ‘Human to human’ (H2H), cada vez es más fácil y económico “inflar” perfiles de manera artificial comprando seguidores, me gustas o comentarios, para hacerlos más atractivos.
Para demostrarlo crearon un perfil falso (@almu_ripamonti) con el objetivo de convertirlo en un rápido influencer. Para pasar desapercibidos, cuidaron mucho el contenido del perfil con fotografías profesionales de gran calidad. Como “influencer” contrataron a una actriz.
Tan sólo 3 semanas después de haber creado el perfil y haber conseguido 30 mil seguidores, agencias y marcas comenzaron a contactar con la “influencer” para la realización de campañas remuneradas e invitaciones a eventos, aseguran desde H2H.
Para este proyecto, se gastaron 500€ en adquirir 100 mil seguidores para la falsa influencer. Lo sorprendente fue que tres semanas después lo amortizaron.