Durante la crisis del covid-19 hemos asistido atónitos a la fiebre del papel higiénico, uno de los productos más demandados en el mundo, la compra masiva de armas en EEUU o a la de marihuana en Amsterdam. En Reino Unido, y también en España, ha sido la harina la que ha desaparecido literalmente de los estantes de las grandes, medianas y pequeñas superficies.
Los ciudadanos han encontrado en este ingrediente el mejor pasatiempo para soportar el confinamiento domiciliario al que el mundo se ve sometido desde el estallido de la pandemia. Muchos de ellos pasan las horas horneando su propio pan, bizcochos y pasteles.
En el Reino Unido la venta de harina se ha duplicado durante los últimos días, llegando a los cuatro millones de paquetes a la semana, por lo que los supermercados están desabastecidos.
La harina es «un elemento invisible de la cadena alimentaria… hasta que lo echamos en falta», dijo Alex Waugh, de la asociación británica de molinos Nabim.
RETAIL FLOUR SHORTAGES IN THE UK
We’ve prepared a statement to explain why there is sometimes no flour left in supermarkets. It’s not a genuine flour shortage – just a logistical issuehttps://t.co/sRdrTpMJE5#UKFlour #COVIDー19 #COVID19 #covid19UK #coronavirus pic.twitter.com/QDLADg7DtI
— nabim (@nabim_flour) April 1, 2020
De esta manera, junto a la pasta, el arroz y la cerveza, se ha convertido en uno de los productos más vendidos en los supermercados.
Según informan diferentes medios locales, los responsables de las tiendas del Reino Unido han limitado su venta a dos o cuatro paquetes diarios por persona.