En plena campaña de verano, con los embalses a mitad de su capacidad, son muchos los que en casa tratan de evitar el despilfarro de agua. Es precisamente ahí donde asalta la duda sobre si hay que enjugar los platos antes de meterlos en el lavavajillas. La Organización de Consumidores y Usuarios asegura que «no».
Según un estudio de la OCU y los fabricantes de lavavajillas, Balay y Finish, los detergentes actúan sobre la suciedad por lo que «si los platos ya están (casi) limpios, las enzimas del jabón rendirán menos, sin contar con que ese prelavado supone un gasto de agua innecesario». Por este motivo, recomiendan que se use una esponja húmeda o servilletas de papel usadas para eliminar los restos sólidos del plato.
Para conseguir el lavado más óptimo, la organización pone en relieve que la vajilla más sucia debe colocarse en la parte de abajo ya que el chorro del agua que le llegará será más potente.
En cuanto a cómo se gasta menos agua, si al lavar a mano o con el lavavajillas, la OCU recomienda el uso de las máquinas, ya que se gastan entre 10 y 16 litros en cada lavado, mucho menos que si lo hacemos bajo el grifo de agua.
Como último punto clave en el ahorro de agua, la OCU pone el acento en que para conseguir la máxima eficiencia, el lavavajillas debe estar completamente cargado, con la cantidad justa de detergente.