Por qué María Patiño y Chelo García Cortés pueden romper su amistad por culpa de ‘Socialité’

-

El nuevo concurso de ‘Sálvame’ para la recta final de su programa parece el típico juego de adolescentes cuando estabas en el parque de tu barrio y no sabías cómo entretenerte. Jorge Javier Vázquez anunciaba hace una semana que, de 20:00 a 21:00 horas, los colaboradores del programa tendrían que someterse a una serie de pruebas con el fin de ganar dinero.

‘Quiero dinero’, como se llama la sección, pone a prueba a los protagonistas de ‘Sálvame’ con el fin de saber a qué estarían dispuestos para conseguir dinero. Las pruebas pueden ser de cualquier tipo: desde llamar a alguien por teléfono hasta presentar otro programa. Que se lo digan a Chelo García Cortés, que ha sido la primera víctima de este peculiar juego.

 

1
Las pruebas a Chelo

La semana de trabajo para Chelo ha sido de lo más dura y peculiar. La periodista se enfrentaba a las pruebas más extrañas con el fin de ganar algunos euros más para su bolsillo, pero lo que no sabía es que acabaría cada día de una manera tan catastrófica: el primer día terminó en ropa interior, y el segundo y el tercero con el enfado de dos de sus compañeras: Gema López y María Patiño -y este último, además, con los brazos escayolados.

El primer reto al que tuvo que enfrentarse fue una pregunta trampa: ¿Volvería a trabajar con Ana Rosa Quintana aunque fuera por menos dinero y tuviera que abandonar ‘Sálvame’? La comunicadora aseguró que no, aunque en el pasado sí es una opción que pasó por su cabeza. Un dato que ha resultado ser verdad y por el que se ha llevado los aplausos del público y de todos sus compañeros.

Así, seguidamente le obligaban a comer el alimento que menos le gusta: el salmón. La colaboradora era obligada a comerse 300 gramos del pescado en directo. «No lo soporto», se quejaba, mientras le ofrecían un poquito de cebolla o ajo para acompañar al alimento, pues al parecer, tampoco es del agrado de Chelo. ¡Pobrecilla! Aunque por dinero, está haciendo cualquier cosa.

La tercera pregunta que le hicieron a Chelo García Cortés tenía que ver con Marta Roca, su pareja. El programa le preguntó si pensaba que era una mantenida, lo que ella negó rotundamente: «Marta es el bálsamo que necesito cuando llego a casa, lo repito, no», concluía. Algo que el equipo dio como verdadero, pues no mentía en sus palabras.

El último reto hizo pasar a la colaboradora por un aro un tanto extraño. Chelo fue «obligada» a escayolarse o una pierna y un brazo, las dos piernas o los dos brazos. «A ver si a los próximos les ponéis una escayola en la lengua, esto no tiene nombre», decía, alucinando con lo que tenía que pasar.

 

Atrás