El bien y el mal han estado unidos a pesar que son completamente antogónicos: crean una ley y al mismo tiempo reluce la trampa. Nace un niño de buenas voluntades y del otro lado surge un delincuente. Dualidades que parecen inseparables. Internet no podía estar exento de esto. Así como te informas de las noticias diarias o encuentras la receta de tu comida preferida, existe un lado oscuro, Dark web, en donde se pueden cometer estafas y obtener información confidencial, pero también puede ser un arma de protección.
Cuando se navega de forma normal, como siempre, generalmente nuestro proveedor de servicios sabe lo que haces. Cuando tus acciones las ejecutas por la Dark Web no podrán ver absolutamente nada porque está enmascarada por la cebollita de encriptación. Ya se va entendiendo un poco hasta los momentos.
1Dark Web
Internet consta de tres partes: la web superficial; se refiere a la tradicional. Cuando se lee un artículo sobre actualidad noticiosa usan este tipo de web. Además es de fácil acceso y se puede entrar a través de navegadores como Chrome, Firefox y Safari. Una persona común y corriente realiza sus actividades virtuales a través de esta web.
Parte 2: Se llama Deep web y está destinada a organizaciones que acceden a una información confidencial. Generalmente las personas que hacen uso de esta experiencia entran a través de una URL específica y poseen contraseña. la mayoría de nosotros no tenemos acceso a esta información. No se encuentra a través de buscadores tradicionales.
Parte 3: Dark web: se refiere a esa parte de Internet que no está a cargo de ninguna organización. No está regulada y por ende es posible acceder a través del navegador Tor. No fue creada por delincuentes sino por el gobierno estadounidense, en el cual sus espías recopilaban información secreta que eran montadas en Internet; solo ellos podían acceder.