El grupo del profesor de Farmacología de la Universidad CEU San Pablo de Madrid Gonzalo Herradón estudiará durante los próximos tres años los efectos del alcohol en el cerebro adolescente y sus posibles secuelas a largo plazo dentro de los proyectos de investigación sobre adicciones que concede el Plan Nacional Sobre Drogas que depende del Ministerio de Sanidad.
El consumo de alcohol en adolescentes es un problema social muy grave debido a su alta prevalencia en la población adolescente y especialmente debido a la práctica del conocido como ‘binge drinking’ o consumo “por atracón”. Se considera que un adolescente ha realizado un consumo en atracón cuando ha tomado cinco o más vasos, cañas o copas de bebidas alcohólicas en un intervalo aproximado de dos horas.
En el curso 2018-2019, 32,3% de los alumnos de 14 a 18 años reconoció haber realizado este tipo de consumo en los últimos 30 días, según la última Encuesta sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias en España (Estudes) que realiza el Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones a 38.010 estudiantes.
Según explica el doctor Herradón, “este tipo de ingestas rápidas y en grandes cantidades produce unos cambios cerebrales profundos que también tienen sus consecuencias a largo plazo”. Así detalla que “uno de estos cambios se produce a raíz de la respuesta neuroinmune que provoca el alcohol, que deriva en una neuroinflamación intensa cuyas consecuencias pueden ser muy graves como, por ejemplo, la neurodegeneración”.
Con este proyecto titulado “El eje PTN/PTPRZ1 como regulador de la neuroinflamación inducida por el consumo de alcohol durante la adolescencia”, el grupo del profesor Herradón pretende comprobar si un nuevo compuesto químico, desarrollado en colaboración con el grupo de las profesoras de la Facultad de Farmacia, Ana Ramos y Beatriz de Pascual-Teresa, podría mitigar la neuroinflamación y pérdida neuronal que produce el consumo de alcohol por atracón en el cerebro adolescente.
Este compuesto llamado MY10, fue desarrollado gracias al proyecto anterior del Plan Nacional Sobre Drogas concedido en 2015 al grupo del profesor Herradón. Los investigadores pudieron demostrar que el tratamiento con MY10 es capaz de disminuir el consumo de alcohol en roedores y de limitar los efectos adictivos del alcohol en modelos animales, según publicó el grupo en la revista ‘Neuropharmacology’.
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