Se le conoce como libre albedrío a la potestad que posee el ser humano para actuar y elegir bajo sus condiciones. En otras palabras, significa que las personas tienen la completa libertad de tomar sus propias elecciones, sin tener que estar atados a las presiones, limitaciones, necesidades o a una presencia divina.
Además, el libre albedrío también significa que el ser humano puede elegir entre obrar bien o hacer el mal. Esto por supuesto conlleva a algunas implicaciones morales y éticas, ya que el individuo así como tiene la libertad de elegir, también es responsable de todas y cada una de sus acciones, ya sean aciertos o errores.
Es por ello que el libre albedrío está vinculado a otros aspectos de la vida del ser humano, como lo son la filosofía, la ley, la religión e incluso la ciencia.
El libre albedrío según la Biblia
El libre albedrío según la Biblia, es la facultad que Dios le otorgó al hombre para que obre según su voluntad y deseos, sin importar que las decisiones que tome sean buenas o malas.
Desde este punto de vista, la biblia solo señala que existen dos caminos que el hombre puede elegir: el correcto y el incorrecto.
El camino correcto es aquel que, desde el punto de vista de la doctrina cristiana, va de la mano de Dios. Por otra parte, el camino incorrecto es entonces desviarse del camino de Dios y sus enseñanzas.
Según el budismo
En la filosofía budista por su parte, las enseñanzas de Buda acerca del Karma podrían indicar que se trata de una mezcla entre libre albedrío y casualidad. Esto quiere decir que si las situaciones fuesen causadas en su totalidad, tus acciones estarían entones completamente determinadas. Pero de no haber una causalidad, todas tus habilidades se verían reducidas a nada debido a que las cosas estarían en constante cambio sin un posible patrón entre ellas.
Es por ello que en la filosofía budista el Karma funciona como un elemento de causalidad pero al mismo tiempo de libre albedrío.
El libre albedrío según el hinduismo
Similar al concepto que poseen los budistas sobre el Karma, los hinduistas piensan que la mente está conectada a la naturaleza, y que a su vez está unida a la ley de la causalidad. Lo que significa que al estar atada a una ley, la mente no puede ser libre. Dicha ley de la causa está aplicada a la mente, y que al igual que los budistas, le llaman Karma.
A sí mismo, los hinduistas definen el destino como el Karma pasado mientras que el libre albedrío como el Karma presente, ambos son considerados como uno: el Karma. Y que si bien tanto el pasado como el presente pueden diferir en cuanto al tiempo, no puede existir un conflicto entre ambos cuando en realidad son uno mismo.
Entonces, para el hinduismo no existe un conflicto entre el destino y el libre albedrío pues las dos forman parte del karma de las personas.
Según la filosofía
Algunos filósofos sostienen que el libre albedrío es la posibilidad que tiene el ser humano de elegir entre el bien y el mal. Esto quiere decir que se trata de un concepto aplicado a la libertad del hombre para actuar según sus deseos.
Aunque según la corriente del determinismo, toda la conducta o decisión del hombre tiene su origen en una causa, de esta manera que todas las decisiones que tomes serán determinadas por todas las posibles causas que las preceden, lo que significa que no hay una elección libre y que por ende el libre albedrío no existe.
Por otra parte, los liberales plantean una postura opuesta ya que no reconocen la tesis de los deterministas, por lo que afirman que sí existe el libre albedrío.
El libre albedrío según la ciencia
Durante toda la historia se ha intentado responder a la pregunta de si existe o no el libre albedrío mediante los principios de la ciencia. Al principio se creía que el Universo actuaba de forma determinista, por lo que muchos pensadores pensaban que solamente se necesitaba recolectar la información suficiente para así poder predecir los acontecimientos futuros de manera exacta. Por lo que algunos individuos ven el libre albedrío como una mera ilusión.
Actualmente la ciencia una mezcla de teorías estocásticas y deterministas. Un ejemplo de ello puede ser la decadencia de radioactividad que ocurre con probabilidad predecible, pero al mismo tiempo no es posible, aún en teoría, predecir el momento exacto cuándo decaerá un núcleo particular.
Por su parte, la mecánica cuántica puede predecir observaciones únicamente en términos de probabilidad, lo que deja en duda el funcionamiento determinista del Universo. Algunos reconocidos científicos deterministas como Albert Einstein creen en lo plantea la teoría de la variable escondida, la cual explica que hay más variables debajo de las probabilidades de de la mecánica cuántica.
Dicha teoría ha traído consigo grandes dudas sobre sí misma, gracias al teorema de Bell, el es un teorema de imposibilidad y plantea que “Ninguna teoría física de variables ocultas locales puede reproducir todas las predicciones de la mecánica cuántica.”, dejando así en dudas todas las predicciones posibles que puedan ser formuladas por el Demonio de Laplace.
Desde cualquier punto de vista, el concepto de libre albedrío se encuentra polarizado, ya sea en la filosofía, la religión o la misma ciencia, y por los momentos aún no se consiguen respuestas a la pregunta del millón ¿Existe realmente el libre albedrío?