No a todo el mundo le favorecen las mismas gafas. Para acertar y escoger las que más favorecen a cada cual, hay que tener en cuenta distintos factores, como la forma de la cara, el tamaño de la nariz o el color del pelo. Aquí encontrarás las claves para no fallar.
Cara ovalada
Las personas que tienen el rostro ovalado son, sin lugar a dudas, las más afortunadas a la hora de elegir unas gafas de sol que les sienten bien en función de la forma de la cara. Al tener más o menos la misma anchura de frente que de barbilla, sus rasgos están bastante equilibrados.
Es por eso que casi todos los estilos de gafas les sientan bien: redondas, cuadradas, circulares… Eso sí, lo que debes tener en cuenta es el tamaño, para que no de sensación de desproporción.
Cara redonda
Mucha gente tiene dudas a la hora de describir la forma de rostro pero, por lo general, la cara redonda fácilmente reconocible. Sus rasgos están completamente redondeados y sus facciones apenas se marcan. Además, suelen ser caras de dimensiones cortas, tanto a lo largo como a lo ancho. Para que se vean favorecidas, es una buena idea arriesgarse un poco y alejarse de las gafas típicas.
¿El motivo? Si apostamos por monturas redondeadas, estaríamos potenciando redondez a la cara. Mejor busca unas gafas con forma cuadrada o ligeramente angulosas, porque te ayudará a estilizar la cara.
Rostro en forma de corazón
Las caras con forma de corazón también son muy fáciles de identificar. La tienen todas aquellas personas cuya frente es muy ancha y llamativa, pero poco a poco sus rasgos se van suavizando hasta llegar a una barbilla bastante estrecha (similar a un triángulo invertido). La mejor opción para suavizar este efecto pasa por elegir unas gafas de sol con montura redonda, o con efecto ‘cat-eyes’.
Además, ambos estilos están muy de moda últimamente, por lo que quienes tengan estos rasgos están de suerte. Eso sí, es importante que en ningún caso el tamaño de la montura sobrepase en exceso las sienes, puesto que eso acentuaría la diferencia de tamaño entre ambas partes de la cara.
Cara cuadrada
Las personas con la cara cuadrada tienen unos rasgos demasiado marcados y angulosos, por lo que es muy importante que pongan especial atención a la forma de la montura de las gafas, ya que no todos los estilos les van a favorecer. La primera regla básica que deben cumplir es no escoger unas gafas con la montura cuadrada, puesto que eso potenciaría aún más sus rasgos. Tampoco es conveniente decidirse por gafas con formas demasiado geométricas. Una apuesta segura, siempre, serán las gafas de aviador. Las redondas y las ovaladas también ayudan a suavizar las mandíbulas muy marcadas.
Rostro alargado
A las personas con el rostro alargado les pasa justo lo contrario de lo que le ocurre a quienes tienen la cara redonda: la distancia que hay entre su frente y su barbilla es bastante amplia. Está claro que lo ideal, en estos casos, es buscar unas gafas de sol que nos ayuden a lograr el efecto de ‘acortar’ la cara lo máximo posible. Por eso, lo mejor es apostar por las gafas de tamaño grande, ya que tapan más superficie de la cara y conseguirán que ésta parezca un poco más chata. En cuanto a la montura, lo ideal es que sean de formas cuadradas.
Cara rectangular
Suele ser habitual confundir este tipo de rostros con las caras cuadradas. Es cierto que ambos tipos se caracterizan por tener unos rasgos muy marcados, y la frente y la barbilla igual de anchos. Sin embargo, las caras rectangulares son además bastante alargadas.
Lo mejor para quienes tengas las caras rectangulares es que apuesten por gafas grandes (para que tapen más superficie) pero con diseños más llamativos y poco geométricos (para restarle dureza).
El tamaño de la nariz es muy importante
Aunque, evidentemente, la forma de la cara es uno de los factores claves a la hora de elegir unas gafas de sol que nos sienten bien, es muy importante no pasar por alto otros detalles que pueden hacer que nos veamos aún más favorecidos.
Una vez que hayas elegido la forma de la montura de tus gafas, debes fijarte en el puente de las mismas. Y es que, si tu nariz no destaca por ser precisamente pequeña, lo mejor será que te decantes por unas gafas con el puente cuanto más ancho mejor. Sin embargo, si tu nariz es pequeñita, busca unas de puente fino para que la resalte y las gafas no se ‘coman’ por completo tu nariz.
¿De qué color elijo los cristales?
Ya hemos visto que la forma de nuestras gafas es un aspecto fundamental, pero no el único a tener en cuenta cuando vamos a la tienda a comprarnos unas lentes de sol. Seguramente más de una vez has visto unas gafas que te encantaban, pero el color de los cristales al final te ha terminado echando para atrás a la hora de comprarlas.
Esto se suele deber a cuestiones puramente estéticas. Sin embargo, ¿sabías que en función del color que tengan tus gafas serán más prácticas para una cosa o para otra? Por ejemplo, los cristales amarillos son los mejores para conducir, los tonos marrones para hacer deporte al aire libre, y los verdosos los que menos alteran la percepción de los colores.
Color de pelo
Si, ya sabemos que son muchos los factores a tener en cuenta a la hora de elegir unas gafas de sol que nos hagan vernos favorecidos, pero seguro que una vez que des con las gafas perfectas lo terminarás agradeciendo. Una de esas cosas, muy a tener en cuenta, es el color de nuestra cabellera.
Si tienes el pelo moreno o castaño oscuro, las gafas que mejor te sentarán serán aquellas que tengan los cristales y la montura de color oscuro. Por el contrario, para los tonos rubios o castaños claro, lo mejor son las gafas de tonos claro e incluso pastel.
Tono de piel
Por último, el color de nuestra piel también es una característica muy a tener en cuenta a la hora de decantarnos por unas gafas de sol. Si tienes la piel tirando a oscura, o si te pones moreno con mucha facilidad durante los meses de verano, lo mejor es que escojas unas gafas de colores claros y vibrantes ya que le darán más luminosidad a tu cara.
Además, los cristales ahumados pueden convertirse en tus grandes aliados. Por el contrario, a las pieles claras le sentarán mejor las gafas de colores más oscuros.