La obesidad se ha convertido ya en un problema de salud pública, no por el hecho de que las personas simplemente suban de peso, sin por todos los efectos secundarios que mantener un peso inadecuado supone para la salud de los seres humanos y en el post de hoy, vamos a conversar sobre estos problemas, que representan un gran porcentaje de personas que necesitan de la asistencia de la sanidad pública y de las ciudades españolas que muestran una mayor cantidad de personas obesas entre su población.
¿Qué es ser obeso?

La obesidad, también definida como el sobrepeso en los seres humanos, es una condición en la que la persona acumula de manera excesiva o anormal una cantidad ingente de grasas en el organismo, lo cual no sólo representa un incremento en su masa corporal, sino que puede resultar muy perjudicial para su organismo. Una manera sencilla de poder medir el nivel de obesidad en un individuo es calcular su índice de masa corporal, conocido por las siglas IMC.
¿Cómo se calcula el índice de masa corporal de un individuo?

Para ello, se toma el peso de un individuo en cuanto a kilogramos y esa cifra se divide por el cuadrado de su talla, esto es, de lo que mide, calculado en metros lineales. El cociente resultante es su IMC y se compara con una tabla en la que se encuentran expresados los IMC deseables para un individuo, dependiendo de su estatura, de modo que, si la persona tiene un peso superior al establecido en la tabla para su altura, entonces sufrirá de la condición de obesidad.
¿Existe una diferencia entre obesidad y sobrepeso?

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay una diferencia sustancial entre lo que debe ser considerado como obesidad y lo que es simplemente sobrepeso. Cuando se habla de un adulto, la OMS define el sobrepeso como aquella condición en la que el índice de masa corporal del sujeto es igual o superior a 25, mientras que la obesidad supone que el mismo índice es igual o superior a 30.
¿Existen diferencia entre el IMC de hombres y mujeres?

Un índice de masa corporal es lo que nos indica de manera útil la diferencia entre uno y otro, en una población determinada, y es la misma proporción la que se aplica para ambos sexos, en el caso de que se trate de adultos de cualquier edad. Aunque es necesario considerar que el IMC se trata de un valor que es aproximado, ya que no existe igual nivel en el grosor o en el tamaño y peso de los huesos en las diferentes personas, pero en lo que se refiere a los niños, se deben tomar en cuenta otros factores para establecer su IMC, como la edad y su índice de desarrollo.
¿Por qué las personas se vuelven obesas?

Es importante conocer que pueden existir causas intrínsecas y extrínsecas. Las causas intrínsecas están relacionadas con la idiosincrasia de una persona, esto es, que padecen de alguna clase de dolencia o condición que las vuelve obesas, e incluso puede ser hereditaria, como es el caso de los problemas hormonales que se relacionan con la glándula tiroides.
Las extrínsecas normalmente se producen cuando existe un desequilibrio de energía entre las calorías que consume una persona y las que realmente logra quemar con sus actividades diarias, haciendo que se cree una acumulación de grasas en su organismo. Las causas de ello pueden ser:
- Ingerir una gran cantidad de alimentos que poseen alto contenido calórico, lo que aumenta los niveles de grasa corporal.
- Descenso de las actividades físicas de la persona, al volverse sedentaria, dependiendo del tipo de trabajo que realice o del medio de transporte que emplee.
La falta de desarrollo en los sectores sociales también afecta

Otro aspecto a considerar son las modificaciones en los hábitos de alimentación y de actividades físicas, como consecuencia de experimentar cambios de tipo social o ambiental, que se asocian con el desarrollo o con la ausencia del mismo en sectores como la educación, la distribución y puesta en el mercado de los alimentos, el medioambiente, el planeamiento urbano, el transporte, la agricultura y la salud.
¿Cómo se comporta la población española en cuanto a estos índices de sobrepeso y obesidad?

Según los resultados del Estudio Nutricional de la Población Española (ENPE), un 53,6% de los españoles sufre de obesidad o de sobrepeso. Estas conclusiones han sido publicadas en la Revista Española de Cardiología, comprobándose que un 22 % de españoles adultos sufre de obesidad, sin distinción entre damas y caballeros, mientras que un 31,6% de la población sufre de sobrepeso, pero en este caso, el porcentaje es significativamente mayor entre los caballeros adultos.
Otra conclusión es que el sobrepeso y la obesidad se incrementan con el paso de los años, de modo que la tasa más observable y alarmante se encuentra en el rango de la población que sobrepasa los 65 años de edad.
¿Cuáles son las Comunidades españolas que tienen mayores índices de obesidad y sobrepeso entre su población?

Las Comunidades españolas que mostraron el mayor índice de obesidad fueron Galicia y Andalucía, con un 26,7%, luego tenemos al Principado de Asturias con un 26,2% y a Murcia, con un 25,7%. Por lo que respecta al País Vasco, el índice es de 16,5% y en Catalunya es del 16,1%, mientras que Baleares es de las Comunidades con una menor tasa de obesidad, ubicándose en un 11,7%.
¿Hay aspectos sociales y económicos que se relacionan con estos índices?

El estudio ha demostrado que así es. Una población que tiene un desarrollo socioeconómico y que se encuentra en un hábitat que no facilita el acceso a los alimentos se encuentra directamente asociado con el tema de la obesidad. Esto ha podido comprobarse porque se ha determinado que, en las poblaciones que tienen el menor nivel social y económico se han observado las mayores tasas de sobrepeso y obesidad.
También ha podido observarse una tendencia hacia el sobrepeso y la obesidad en aquellas poblaciones cuyo número de habitantes no supera los 5.000 individuos, en comparación con aquellas que poseen entre 15.000 y 50.000 individuos.
¡El asunto se ha convertido en un preocupante tema de salud pública!
Y la razón de ello son los efectos que el sobrepeso y la obesidad tienen en la salud cardiovascular de las personas, y en la manera que influyen en el desarrollo de condiciones como la diabetes, la dislipidemia y la presión arterial alta, por lo que las autoridades deben ocuparse de implementar políticas púbicas desde el sector de la educación y de la sanidad que enseñen a los españoles a alimentarse mejor y la necesidad que ello implica, para mantener una vida más sana y longeva, de la mejor forma posible, cuidándonos con nuestra dieta.