Una nueva investigación presentada en el 29º Congreso de la Academia Europea de Dermatología y Venereología (EADV, por sus siglas en inglés) ha evidenciado que a pesar de las restricciones por el COVID-19, el diagnóstico de las infecciones de transmisión sexual (ITS), incluyendo la gonorrea, la sífilis secundaria y el micoplasma genital, han aumentado.
La investigación, realizada en dos centros principales de ITS en Milán (Italia), comparó el número de diagnósticos confirmados de las ITS más comunes en pacientes con síntomas durante el período comprendido entre el 15 de marzo de 2020 y el 14 de abril tras las medidas de aislamiento social (confinamiento) adoptadas para controlar la epidemia, con el mismo período en 2019.
Los resultados revelaron que, a pesar de la reducción del número total de asistencias en más de un tercio (37%, 233 en 2019 frente a 147 en 2020), el número de infecciones bacterianas agudas, la mayoría de ellas asociadas a los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres (HSH), aumentó durante el período de observación, incluidas la sífilis secundaria y la gonorrea. Sin embargo, los casos disminuyeron en los casos no agudos, como las verrugas genitales y el ‘Molluscum Contagiosum’.
El estudio llega a la conclusión de que la pandemia de COVID-19, a pesar del confinamiento y el asesoramiento sobre el distanciamiento social/físico, no inhibió los comportamientos de riesgo y que las infecciones de transmisión sexual agudas en realidad aumentaron.
«Se asumió que el confinamiento reduciría la oportunidad de encuentros sexuales e infecciones de transmisión sexual. Sin embargo, me sorprendió el número de nuevas infecciones agudas diagnosticadas en este corto período de tiempo. La gonorrea y la sífilis suelen ser más frecuentes en personas de 30 años, por lo que la infección puede haber aumentado debido a que la concentración de morbilidad y mortalidad de COVID-19 en los ancianos hizo que la cohorte más joven y más activa se sintiera protegida y por lo tanto con menos aversión al riesgo«, explica uno de los responsables del estudio, Marco Cusini.
La gonorrea es causada por la bacteria ‘Nesisseria gonorrhoeae’. A menudo, pero no siempre, no presenta síntomas en las mujeres y es mayormente sintomática en los hombres. Los síntomas comunes en los hombres incluyen secreción uretral y dolor al orinar (disuria), y las mujeres pueden presentar secreción vaginal inodora, disuria y dolor durante las relaciones sexuales. Los síntomas suelen aparecer entre 1 y 10 días después de la infección.
La gonorrea está en aumento en toda Europa: solo en 2017 hubo más de 89.000 casos confirmados (240 por día), de los cuales los HSH representaron casi la mitad de todos los casos (47%). Reino Unido notificó el 55 por ciento de todos los casos (75 por cada 100.000), seguido de Irlanda (47), Dinamarca (33), Islandia (29), Noruega (27) y Suecia (25).
Los primeros síntomas de la sífilis suelen desarrollarse alrededor de 2 o 3 semanas después de la infección, aunque pueden comenzar más tarde. El principal síntoma es una pequeña llaga o úlcera indolora que suele aparecer en el pene, la vagina o alrededor del ano, aunque a veces puede aparecer en la boca o en los labios, dedos o nalgas. La sífilis secundaria es una progresión de la enfermedad y de los síntomas, sin embargo es curable con tratamiento. En 2018, había 33.927 casos confirmados en Europa. La tasa más alta se observó en Malta (17,9 casos por cada 100.000 habitantes), seguida de Luxemburgo (17,1), Reino Unido (12,6) y España (10,3).