Un estudio de casi 400 pacientes muestra que los problemas de sueño son comunes -y persistentes -después de una conmoción cerebral.
Un nuevo estudio de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología ha mostrado que las personas que han tenido conmociones cerebrales a veces desarrollan efectos posteriores a largo plazo, incluyendo alteraciones del sueño.
Cada año, miles de personas terminan en Urgencias o en el hospital con lesiones menores en la cabeza, a menudo diagnosticadas como conmociones cerebrales. Las conmociones cerebrales suelen ser el resultado de caídas, violencia, accidentes de bicicleta o lesiones deportivas. En los primeros días después de una conmoción cerebral grave, es común experimentar dolores de cabeza, náuseas, mareos, fatiga, una mayor necesidad de dormir o dificultad para dormir.
«La mayoría de las personas se recuperan completamente de sus problemas después de un corto tiempo, pero algunos individuos sufren problemas a largo plazo que afectan a su calidad de vida, trabajo y escuela», explica Simen Berg Saksvik, uno de los líderes de la investigación, que se ha publicado en la revista ‘Journal of Neurotrauma’.
En este estudio participaron 378 pacientes que sufrieron conmociones cerebrales sostenidas y fueron tratados en uno de los dos departamentos de Urgencias de la ciudad noruega de Trondheim. Se les dio seguimiento durante un año después de su lesión. Los pacientes con conmociones cerebrales fueron comparados con dos grupos de control: pacientes que tenían otros tipos de lesiones que no involucraban la cabeza, y participantes voluntarios sin ninguna lesión.
«Encontramos que problemas como una mayor necesidad de sueño, mala calidad del sueño, somnolencia diurna y fatiga ocurrían con mucha más frecuencia y duraban más tiempo después de las conmociones cerebrales que después de otros tipos de lesiones», detalla Saksvik.
En este estudio, 136 participantes experimentaron un problema de sueño o de día dos semanas después de la lesión. De éstos, 72 pacientes, o el 53 por ciento, tenían problemas que duraban tres meses o más. A nivel internacional, el estudio es único en cuanto a su tamaño y grado de seguimiento cercano de los pacientes.
El estudio proporciona nuevos conocimientos que también son clínicamente relevantes para un gran grupo de pacientes. Es importante comprender en qué se diferencian los pacientes que sufren síntomas después de una conmoción cerebral de los que se recuperan por sí mismos.
«Los problemas de sueño suelen estar asociados a problemas como la mala memoria, las dificultades de concentración, la depresión y la ansiedad. Tratar los problemas de sueño lo antes posible después de una conmoción cerebral puede ayudar a retrasar o prevenir el desarrollo de tales problemas», argumenta Saksvik.
Los hallazgos también indican que los factores que afectan directamente a la salud de nuestro cerebro juegan un papel en el desarrollo de los problemas de sueño y que los síntomas continúan durante mucho tiempo. En futuras investigaciones, los investigadores profundizarán en los mecanismos subyacentes que pueden explicar estas asociaciones entre el sueño y la salud cerebral.