En asuntos de dieta saludable y alimentación es muy difícil saber a qué atenerse. No es raro que nos den gato por liebre, y es frecuente encontrar gurús alimenticios de todo pelaje e información ambigua, dudosa e incluso contradictoria. En estos casos, lo recomendable es recurrir a fuentes contrastadas, como pueden ser los manuales y publicaciones de sociedades científicas. La publicidad de una empresa interesada en vender determinado alimento no será en ningún caso de fiar cuando se trata de saber si esa comida es o no saludable.
Las mentiras y las mitologías respecto a los supuestos “alimentos milagrosos” o “superalimentos” están a la orden del día. La desinformación en materia de dietas está a la orden del día, y es algo preocupante. Puede ser perfectamente común que consumamos tal o cual alimento, totalmente persuadidos de que se trata de algo sanísimo, cuando nada de eso sucede en realidad. Conviene entonces estar bien informado y tratar de contrastar y desmontar algunos de esos mitos que se nos venden. Estos son algunos de esos alimentos supuestamente saludables y que en realidad no lo son tanto.
1Margarina
Desde hace un tiempo se viene repitiendo en publicidad la idea de que la mantequilla es dañina para la salud debido a su alto contenido en grasas insaturadas. Por el contrario, se nos presenta a la margarina como una alternativa saludable e ideal para cuidar de nuestro organismo sin renunciar al sabor y a la textura de la mantequilla. No obstante, a la larga ha acabado demostrándose que la margarina es igualmente nefasta para la salud. Este producto está hecho de aceites hidrogenados ricos en grasas trans, unidos a compuestos químicos, entre ellos colorantes.
El “Estudio Framingham sobre el corazón”, uno de los más complejos al respecto que se han hecho nunca, siguió durante décadas los datos de enfermedades cardiovasculares y los factores que conducían a ellas. De dicho estudio se extrae que las personas que cambiaron la mantequilla por la margarina presentaban mayor riesgo de morir por una enfermedad del corazón. Además, su alto contenido en aceites vegetales refinados pueden producir otras enfermedades como la osteoporosis o algunos tipos de cáncer.