Antes de escoger un andamio, necesitas tener en cuenta una serie de aspectos fundamentales y así asegurarte de que la decisión es acertada dependiendo del tipo de trabajo para el que lo necesites.
Los andamios son estructuras que ayudan a desempeñar trabajos en altura con la fiabilidad y seguridad imprescindibles para los operarios.
Pueden alcanzar diferentes alturas, lo que le hace ser una herramienta muy flexible para adaptarla a trabajos con distintas exigencias.
Así, los andamios suponen la solución idónea para proporcionar un soporte externo tanto para el progreso de los trabajos como para los trabajadores. Suelen ser estructuras temporales y sencillas de instalar en diferentes lugares
No obstante, existen en el mercado numerosos tipos de estructuras en busca de satisfacer las necesidades de sus usuarios. Estas categorías se dividen dependiendo de cómo interactúan con el edificio en el que se apoya, cómo se fabrica y la cantidad de peso que puede soportar.
Por ello, está creciendo en los últimos años la alternativa del alquiler de andamios en detrimento de la compra, ya que, de este modo, se puede escoger aquel que más convenga en cada modalidad de trabajo a desempeñar o, simplemente, si crees que no vas a necesitarlo en el futuro.
5 aspectos a tener en cuenta antes de escoger un andamio
A la hora de escoger el andamio más adecuado para cada tarea, debes seguir una serie de consejos que te conducirán a una decisión acertada:
- Material: quizás es uno de los aspectos a los que más se debe atender, ya que de ello dependerá su resistencia y ligereza para desplazarlo de un lugar a otro. En la actualidad, los andamios de aluminio son una opción preferencial para quien requiere estos dispositivos, ya que cuenta con rapidez y facilidad de montaje, sin necesidad de herramientas, y una ligereza única entre las clases de andamios que podemos encontrarnos en la actualidad.
- Ligereza: como hemos mencionado antes, los andamios de aluminio son la mejor opción en este término. Son muy manejables para ser transportados desde el almacén hasta el punto donde se va a desarrollar el trabajo. Una vez montado, será positivo que pueda desplazarse fácilmente para abarcar toda la superficie necesaria, una labor que será más sencilla con las ruedas que muchos modelos incorporan.
- Superficie: otra de las claves reside en el lugar donde vamos a colocar el andamio y sobre el que vamos a trabajar. Conocer sus medidas y necesidades será fundamental para escoger un andamio con las dimensiones más adecuadas.
- Capacidad de carga: dependiendo de la magnitud de la obra, necesitarás una resistencia y capacidad mayor o menor; esta versatilidad es la que ha hecho que cada vez más interesados prefieran alquilar en lugar de la compra.
- Montaje y desmontaje: el proceso en el que se ensamblan todas las piezas para formar el andamio es muy importante y se debe seguir las instrucciones precisas para conseguirlo de forma segura. Para verificar que todo está en orden, debe haber una figura competente que lo revise todo de forma meticulosa y así minimice los posibles riesgos de los trabajos en el andamio.
Estos son algunos de los puntos fundamentales a los que hay que atender a la hora de decidirte por un tipo de andamio, por lo que deberás tenerlos en cuenta para escoger el que más te convenga para las necesidades de tu obra.