Si tienes un buen espacio disponible dentro del jardín, ocuparlo con una piscina es quizás una de las mejores ideas que podrás tener. Ésta te dará un lugar ideal para el ocio y será un centro ideal para las reuniones con familiares y amigos.
Al ver imágenes de casas hermosas con piscinas, nos surge el interés por tener algo parecido en nuestra vivienda. Si te ha llegado este pensamiento y estás valorando todos los puntos que son clave para que quede tal y como lo deseas, aquí te diremos toda la información al respecto.
Lo primero es considerar que las piscinas son construcciones que deben realizar personas capacitadas en la materia, quiere decir, un albañil con licencia y que además tenga certificado profesional. En caso de que los poseas, quizás puedas avanzar tu mismo en la tarea y así ahorrar un poco.
Entonces, la idea es definir en primer plano qué tipo de piscina se quiere en cuanto a la forma, también determinar si será de una sola profundidad o en escala, y los metros de cada espacio.
En cuanto a los materiales a utilizar, deberás determinar en compañía con el constructor, los mejores para este caso, y en base a eso sabrás si está disponible en colores variados para seleccionar el que más te guste. Aunque lo más común es encontrar piscinas de fondo azul, hoy eso es mucho más variable.
Las piscinas de obra
Las piscinas de obra son construcciones que se realizan ajustadas al espacio que exista disponible dentro del terreno. Tienen la particularidad de llevar bastante trabajo de construcción, pero son muy resistentes.
Éstas son fabricadas en base a un elemento principal: el hormigón o el liner. Cada uno de ellos maneja ciertas ventajas y desventajas, que se hacen determinantes conocer, antes de encaminarse a trabajar con uno u otro.
En el caso del hormigón, éste ha sido el material utilizado por excelencia en esta industria y es muy versátil en cuanto a sus presentaciones, ya que se puede conseguir gunitado, armado o en bloques.
Por las características de resistencia que tiene el hormigón, sin duda, son las piscinas que mejor durabilidad tienen a lo largo del tiempo, por lo que siempre ha sido favorito entre muchos de los usuarios. Sin embargo, tiene el problema de que su construcción tiende a llevar más tiempo que cualquiera de los otros métodos.
Por su parte, las piscinas hechas de liner también utilizan hormigón como base para la construcción, pero sólo en forma de bloques. Después que éstos están fijados, se recubre el vaso con liner de bolsa para promover su impermeabilización. En vista de que los bloques de hormigón ya vienen prefabricados, su proceso de construcción es mucho más rápido.
Hay que considerar que ambos métodos tienden a dejar escombros, pero sus acabados son muy buenos y, lo más importante, tienen un período de vida útil bastante amplio.
Las piscinas prefabricadas
En el caso de las piscinas prefabricadas, éstas vienen listas de fábrica y sólo deberán someterse a un proceso de instalación en el lugar dispuesto para tal fin. Por sus condiciones y la necesidad de traslado que suponen, las fábricas no realizan modelos que superen los 10 metros de longitud.
Éstas tienen algunas ventajas con respecto a las de obra y es que son mucho más económicas y su instalación es bastante sencilla, sin necesidad de que existan escombros. Sin embargo, es difícil que se adapten con exactitud al diseño que tengas en mente y su durabilidad es algo menor.
También existen dos tipos de piscinas prefabricadas. La primera está hecha de poliéster y fibra. La fibra es de vidrio, para darle la resistencia necesaria y esto se complementa con la resina de poliéster. Desde el fabricante, hay disponibles varios modelos estándar y se suelen instalar con bastante rapidez, por lo que en menos de una semana ya podrías estar disfrutando de tu propia piscina.
El otro modelo es de acero y liner. En estos casos también se utiliza hormigón pero en las paredes. El suelo del vaso está hecho de hormigón y todo se recubre con liner para su impermeabilización. Todos los paneles de acero son prefabricados y el suelo de hormigón se instala con la ejecución de la obra. Esto le confiere mucha más facilidad en el momento de la instalación, por lo que se podría decir que se trata de un camino intermedio.
Otra diferencia que se apunta con respecto a las piscinas de fibra y de poliéster es que esta sí se puede amoldar a cualquier forma. Y, por último, la corona del borde se puede trabajar con materiales idénticos a los de las piscinas de obra, quiere decir cemento, baldosas, etcétera.
Otros elementos a considerar
Aunque las piscinas generalmente van en zonas abiertas como el jardín o el patio trasero, otras personas prefieren ponerlas bajo techos, en áticos. En estos casos, es mejor optar por las que son más livianas, como es el caso de las prefabricadas.
También hay que tener en cuenta que cualquier construcción de este tipo requiere de ciertos permisos ante los organismos competentes. Éste es un asunto que podrás conversar con el contratista encargado para evitar inconvenientes con la ley.
Aprovecha para adquirir una lona o algo con que puedas taparla mientras no la tengas en uso, para evitar que la intemperie cause daños a la estructura. Cuando se acerque el invierno, será necesario vaciarla y dejarla libre de cualquier humedad que pueda convertirse en hielo.
Además, siempre trabaja con un buen limpiafondos para mantener el agua limpia en todo momento. Si tienes oportunidad de adquirir un kit para evaluar las condiciones químicas del agua, también será provechoso.
Por último, si hay niños en casa, habrá que tener muchas precauciones para evitar accidentes. Utilizar vallas es una de las soluciones más favorables.
Aunque tener una piscina en casa parece una cuestión de estatus social alto, hoy se ve como una gran cantidad de personas se deciden por adelantar los trabajos para tener una y así ofrecer un espacio de diversión en distintas épocas del año.