En tiempos de coronavirus, el ingenio humano se ha puesto a prueba frente a las dificultades. Mientras en algunos países utilizan cajas de cartón para el diseño de escudos faciales, en otros se aprovechan diversos tipos de telas para la fabricación de mascarillas.
Sin embargo, aunque parezcan prácticos, muchos implementos caseros o de fabricación no verificada son ineficaces. Por esta razón, las instancias sanitarias solo recomiendan el uso de mascarillas antivirus, cuya efectividad haya sido comprobada de forma oficial.
Este tipo de mascarillas, disponibles en farmacias y establecimientos sanitarios, ofrecen distintas presentaciones y niveles de seguridad. Aunque en el mercado hay opciones económicas, siempre es conveniente escoger un modelo de protección que se adapte a tu ritmo de vida. A continuación tienes algunos ejemplos:
Mascarillas higiénicas
Las mascarillas higiénicas se han convertido en uno de los modelos más utilizados en el mundo. Su distribución es gratuita en muchos lugares, pero el nivel de protección no es el más elevado.
Este modelo de mascarilla está recomendado para personas sanas, pues funciona como una barrera protectora contra las secreciones de la tos o los estornudos.
Dependiendo de su presentación, las mascarillas higiénicas pueden ser reutilizables o no. En el primer caso, es necesario conocer el límite de lavados establecido por el fabricante. Así mismo, las mascarillas desechables siempre deben ser descartadas al humedecerse o después de 4 horas de uso.
Mascarillas quirúrgicas
A diferencia de las anteriores, las mascarillas quirúrgicas no son gratuitas, pero son capaces de ofrecer un nivel de protección mayor. Dependiendo del lugar, pueden estar disponibles en farmacias o tiendas autorizadas en línea.
El uso de estas mascarillas antivirus suele ser indicado tanto a personas sanas como contagiadas, pues su material es resistente a fluidos y puede evitar la circulación de partículas víricas con mayor eficiencia.
Aunque no son reutilizables, las mascarillas quirúrgicas vienen en dos presentaciones: Tipo I con protección superior al 95 % y Tipo II con protección superior al 98 %. El tiempo de uso depende del fabricante, pero tampoco se recomienda su empleo por más de 4 horas.
Al utilizar este tipo de mascarillas es necesario asegurarse de su ajuste sobre nariz y boca, para evitar posibles filtraciones no deseadas. Así mismo, se debe confirmar la vigencia del producto, pues muchos de estos modelos poseen fecha de caducidad.
Mascarillas EPI
Las mascarillas EPI, por las siglas de Equipo de Protección Individual, suelen tener un coste más elevado que el resto de modelos. Estas solo están disponibles en farmacias o tiendas autorizadas en línea.
El uso de estas mascarillas está recomendado principalmente a personas sanas. Se sugiere que sean utilizadas por profesionales o quienes posean alto riesgo de contagio.
Los Equipos de Protección Individual más utilizados son las mascarillas FFP2. Su eficacia está comprobada para la prevención de la COVID-19, pues poseen un nivel de filtración del 92 %.
El material de estas mascarillas es uno de los más resistentes, por lo que muchas de ellas son reutilizables. No obstante, en caso de ser desechables, se recomienda su descarte luego de 4 horas de uso continuo.
Sin importar la ocasión, las mascarillas siguen siendo un método de protección imprescindible en estos tiempos. Ante la gran cantidad de modelos en el mercado, lo mejor es asegurarse de utilizar mascarillas con certificación europea y estándar de calidad.