Caldos y sopas hay de toda clase; pollo, carne o verduras, y cremas preparadas también. Pero, ¿qué opción es la mejor y más saludable? Según Rubén Bravo, experto en nutrición y presidente del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), hay caldos sanos y otros no tanto, dependiendo de la marca, pero «sopas deshidratadas no. Son la peor opción». Los sobres que vienen en polvos para echarlos al agua hirviendo, junto con la pasta de estrellitas, fideos o lo que corresponda, no son la cena más adecuada si queremos llevar una vida sana y saludable. Te damos algunas razones para que no vuelvas a comprarlos.
1Tienen mucha sal
Está claro que si vamos a consumir este tipo de comidas prefabricadas se debe escoger antes un sobre que ponga que es bajo en sal, así como en el caso de los caldos, pues el propio alimento y sus aditivos podrían llevarla ya en grandes cantidades.
«Se deben elegir las que tengan 0% de sal añadido por los niños y también porque pueden provocar hipertensión, sobre todo si se consumen con mucha frecuencia», asegura Bravo. Está claro que la sal no es nada saludable para el organismo y no se puede abusar de un alimento que contiene potenciadores de sabor y aditivos que la llevan por sí mismos.