El verano y las vacaciones ya parecen a muchos un recuerdo lejanísimo. La playa, el sol, el mar…Los días son cada vez más cortos y la rutina laboral ha vuelto a imponerse. Las próximas vacaciones se ven todavía muy muy lejanas. No obstante, los próximos meses, hasta las navidades, tienen unos cuantos puentes y sus fines de semana que podemos aprovechar para escapar de la monotonía cotidiana. Y, sin salir de nuestro país, podemos disfrutar de pueblos y rincones maravillosos.
España es un país con una gran historia, lleno de monumentos, obras de arte y pueblecitos espectaculares. Más allá de las habituales rutas turísticas de sol y playa, el interior del país y los rincones apartados esconden una belleza sobrecogedora y que merece la pena visitar. Para entender y acercarnos a la historia de nuestro país nada mejor que recorrer las callejuelas empedradas de sus pueblos medievales. Estos son los diez pueblos medievales españoles que merecen una escapada de fin de semana.
1Albarracín (Teruel)
En cualquier lista de pueblos medievales españoles que se precie tiene que haber un hueco para Albarracín. Este pueblo turolense, situado a las orillas del río Guadalaviar y construido sobre un peñasco a más de 1.100 metros de altura sobre el nivel del mar, dibuja una silueta fortificada de gran belleza. Sus casas, hechas de barro y madera, se amontonan en unas calles estrechas y empedradas de orografía retorcida.
El origen de Albarracín se remonta al siglo XI, cuando la familia bereber Ibn Razin instituyó allí un reino taifa. Pese a la evidente huella musulmán en el pueblo, la zona conserva también vestigios celtas y romanos que la convierten en una joya histórica y arquitectónica. Albarracín aún conserva la disposición original del pueblo, su torre del Andador y el sistema defensivo intacto. Imprescindible darse un paseo por las murallas, la Catedral y la Plaza Mayor.