La temporada de tenis 2020 acabó con la consagración de Daniil Medvedev en las Finales de la ATP y esa imagen fría del ruso sin celebrar podría reflejar muy bien lo atípico que fue esta campaña. El coronavirus trastocó los planes en todos los ámbitos de la vida, pero tenis hizo lo posible para luchar contra él y tratar de desarrollarse con todas las medidas posibles. Sin embargo, grandes torneos tuvieron que cancelarse y la gran mayoría se disputo sin publico en las canchas para proteger la salud de todos; pero a todas esas carencias que provocó la pandemia se le debe sumar la ausencia de varios tenistas y sin duda uno que realmente hizo mucha falta: la de Roger Federer.
El tenista suizo puso en vilo a todo el mundo del tenis con su ausencia prolongada de las canchas en un año en el que ciertamente la pandemia le impidió disputar muchos torneos, pero en el que su máximo problema fue una lesión en la rodilla que solo le permitió disputar el Abierto de Australia y en él tampoco estaba en las condiciones adecuadas. Ahora el 2021 se asoma y el helvético pretende entrar con todo, pero siempre y cuando esté recuperado. Grandes retos se avecinan y todo pasa por dejar atrás un año completamente nefasto, en el que todo empezó con muchas complicaciones.
1Un 2020 de Federer para el olvido
Tras acabar a tope el 2019, Federer decidió participar en una serie de encuentros de exhibición que le permitirían recaudar dinero para su fundación; no obstante, esto al final le impidió realizar una buena pretemporada, por lo que su campaña comenzó de una vez en el Abierto de Australia, sin disputar torneo alguno antes. Esto le terminó pasando factura y una lesión en la ingle no le dejó desarrollar su tenis al 100%, aunque aún así pudo llegar hasta las semifinales y allí caería a manos de Novak Djokovic. Ya mermado físicamente se sabía que debía descansar antes de reaparecer en Dubai y luego jugar en la gira norteamericana (Indian Wells y Miami); pero todo eso cambió al anunciar el 20 de febrero que había pasado por el quirófano por una lesión en el menisco de su pierna derecha.
Esa lesión lo mantendría fuera hasta la etapa de hierba, pero justo en marzo estalló la pandemia del coronavirus y toda la campaña se pondría en entredicho. Sin muchas esperanzas de volver y con los dolores todavía persistentes en su rodilla decidió no arriesgar, por lo que volvió a pasar por el quirófano. Con esa segunda operación sabía que se perdería el resto de la temporada aún si esta volvía a disputarse, tal y como al final sucedió. Un año muy amargo para un Federer que lamentablemente solo pudo disputar un torneo en todo el 2020 y de verdad le hizo mucha falta a un circuito que extrañó, y mucho, su veteranía y calidad.