El Clásico entre el FC Barcelona y el Real Madrid dejó buenas noticias para el lado de los blancos. Además del resultado, ese 1-3 a favor los empuja arriba en la tabla, los de Zinedine Zidane calmaron un poco las aguas y dejaron la crisis instalada en Cataluña. Ahora, el empate en Champions League reaviva un poco las llamas, pero el técnico francés todavía tiene mucho crédito acumulado. Sin embargo, desde el choque ante los azulgranas quedó abierta una herida que parece que no se cerrará en mucho tiempo y esta se ocasionó por esas declaraciones de Isco Alarcón que las cámaras lograron captar.
Isco apareció hablando con algunos de sus compañeros, sin percatarse de que tenía las cámaras grabando cerca y estás lo cazarpon cuando hablaba del trato que le estaba dando el estratega galo últimamente. «Si me tiene que cambiar, me cambia en el 50′ o en el 60′ de partido. Si me tiene que meter, me mete en el 80», señaló el malagueño. Con estas declaraciones está claro que si veía pocos minutos, pues ahora serán muchos menos al entrar en la lista negra del entrenador blanco.
Eso es algo que ya ha demostrado con otros a los que ha condenado al ostracismo y al parecer el andaluz acaba de unirse a ese grupo. Ninguno de los que se han visto relegados por Zidane han logrado ganarse un puesto después y las duras declaraciones de Zidane en rueda de prensa dan a entender que a partir de ahora el de Arroyo de la Miel lo tendrá muy difícil para volver a salir a flote, así como le pasó a muchos otros antes que él.
1Bale se encargó de cansar a Zidane
Si al momento de llegar Zidane no existía otra cosa que no fuera la BBC (Benzema, Bale y Cristiano), con el pasó de los años todo eso cambió. Las constantes lesiones de Bale se unieron a algunos desplantes que hicieron que para el francés el ’11’ blanco no fuera más que un incordio dentro de la plantilla. En la temporada en la que ganó su tercera Champions seguida, el estratega galo ya dio muestras de no aguantar al galés cuando no le dio minutos en la final, pero tras el adiós del entrenador sus intentos por dejar fuera al de Cardiff se pagaron; no obstante, con su vuelta apenas unos meses después quedó más que claro que no quería contar con él.
Aunque al principio Zidane fue uno de sus máximos defensores (así comienza con algunos) luego se volvió su enemigo número 1. Si bien en público nunca admitió enemistad con él no hacía falta más que ver las alienaciones para comprobarlo. Además, el galés tampoco ayudaba a solucionar las cosas con su afición al golf, sus malos actos en el banquillo y esos desplantes al estilo de esa bandera de «Gales, Golf, Madrid«, terminaron de sepultar a Bale ante los ojos del francés. Tal era el mal rollo que el galés tuvo que salir cedido al Tottenham en este mercado; ahora Isco puede mirarse en ese espejo, porque esas declaraciones lo dejan en muy mal lugar.