En la mente de Rafael Nadal, tal como lo expresó tras ganar el Roland Garros, el único deseo que tiene es ganar los mejores torneos que existen; ya luego los récords y los puestos en el ránking mundial llegarán solos. La realidad justifica las palabras del balear, más porque realmente se ha visto en su carrera que siempre se conserva en perfectas condiciones para luchar por los torneos claves, sin saturarse para evitar lesiones; pero lo cierto es que de lograr llegar al número 1 es un reto al cual no le pondría mala cara.
Lo que ha conseguido durante este año atípico, en el que gracias a la reorganización del sistema de puntuación se ve que el español participó en 16 torneos, lo hace continuar en la segunda casilla del ránking ATP con 9.850 puntos, a 1.890 unidades de Novak Djokovic. Aunque pueda parecer casi imposible que le quite el primer puesto al serbio, más teniendo en cuenta lo poco que falta para que termine el año; sin embargo, si bien lo mejor sería concentrase en sumar los puntos posibles y en el 2021 subirse al primer puesto, existe una pequeña posibilidad de que pueda colocarse en la cima del ránking ATP en este 2020.
Nadal aspira a un verdadero milagro
La causa es que persigue Nadal está al nivel de un milagro, pero si hay opciones matemáticas, entonces el español luchará. Si bien aún no ha terminado de definir el resto de su calendario, el camino del mallorquín debería comenzar en Viena si quiere asaltar el primer puesto del ATP. En Austra deberá obtener la victoria para llevarse los 500 puntos; y luego tendría que ir a Francia para ganar el Masters 1000 de París, porque al mejorar las semifinales que hizo en 2019, pues se quedará con 640 puntos más. Su viaje finalizaría en el Nitto ATP Finals, en donde puede sumar 1.100 puntos si consigue hacer una actuación perfecta.
De completar de forma perfecta toda esa travesía, además de algún que otro tropiezo antes de tiempo de Djokovic en esos torneos, alcanzaría a acumular 2.240 puntos que lo llevarían al liderato del ránking ATP al sumar 12.090 puntos. Si consigue esa hazaña alcanzaría a Pete Sampras como los únicos que han acabado el año como número 1 en seis ocasiones. No obstante, será al final el serbio el que tenga realmente la última palabra.
En Viena el serbio aseguraría todo
Para Djokovic todo pinta relativamente más fácil y es que le ventaja del serbio al ser el perseguido se debe a que tiene cierto margen de maniobra. La reestruccturación del sistema de defensa de puntos le permite a «Nole» quitarse de encima torneos en los que tuvo actuaciones de bajo nivel como Indian Wells y Miami; sin embargo, la posibilidad matemática de de que el balear pueda arrebatarle el número 1 lo obliga a plantearse una estrategia que ya está en marcha, con su participación asegurada en el torneo de Viena.
Al ser un ATP 500, este torneo en la capital austriaca le aseguraría su permanencia en la cima de llevarse el título, porque solo necesita 350 puntos para su objetivo. Debido a que no puede obtener puntos en el Masters 1000 de París, al ganarlo el año pasado, su opciones pasan por hacer una buena actuación en Viena. Djokovic también tendría un plan de respaldo, porque de llegar a la final (300 puntos) o a semifinales (180) en Austria, solo deberá ganar dos encuentros en las Nitto ATP Finals para amarrar ese primer lugar. Nadal apretará, pero el de Belgrado tiene en sus manos ese número 1.