El cierre del mercado de fichajes dejó varias sorpresas, aunque una de las más sorprendente fue, sin duda alguna, la marcha de Thomas Partey del Atlético de Madrid. El canterano colchonero decidió hacer las maletas el último día de la ventana de traspasos para poner rumbo al Arsenal de Mikel Arteta; lo que desató una multitud de opiniones y, sobre todo, preguntas acerca de esa repentina salida.
Durante todo el verano se especuló con la más que posible marcha del mediocampista ghanés; sin embargo, al ser una parte central del esquema de Simeone en el Atlético, muy pocos se imaginaron que lograrían convencerlo para que se fuera. Su importancia en el club y la falta de atrevimiento del conjunto gunner convenció a la entidad colchonera que al final el fichaje no se terminaría dando, pero todo sucedió tan rápido en el último día del mercado que el club madrileño aún no sabe qué lo golpeó.
Un buen negocio para el Atlético
Luego de que se diera el fichaje de Thomas con destino al Arsenal, la pregunta más frecuente es por qué razón lo dejaron ir; sin duda la respuesta es el buen balance económico que generaría su venta. El conjunto londinense aprovechó el trajín del último día para pagar la cláusula de rescisión de 50 millones de euros del mediocentro, con lo que el equipo rojiblanco nada pudo hacer para impedir su marcha. No obstante, esta se fraguó desde el momento en que al jugador le dejaron de dar la atención debida.
Si bien es cierto que para Simeone era un fijo en sus alineaciones y uno de los pilares centrales del equipo, lo cierto es que para la directiva no era lo mismo. La prueba más real de ese hecho es que aunque era uno de los más importantes para el argentino, su cláusula era una ganga comparado con otros precios de mercado. Thomas siempre esperó por una oferta de renovación que nunca llegó, con lo que su salario y su cláusula hubieran aumentado; sin embargo el poco interés que le dio la directiva para retenerlo, unido al hecho de que quería experimentar en otros torneos, fueron los detonantes principales de su salida.
Al ghanés le seducía jugar en la Premier League
Todo se dio de forma muy rápida, pero el Arsenal estaba tras su fichaje desde hace tiempo. Solo el amor y las ganas de continuar en el Atlético por parte del ghanés habían evitado que su salida se diera antes. De hecho, con el bonito mensaje que le mandó a los aficionados colchoneros se ve que su decisión de irse no tenía nada que ver con ellos. La opción de marcharse viene más por razones de falta de cariño y meramente deportivas.
Para Thomas ya era tiempo de dar un salto de calidad a una liga que hoy por hoy es más prestigiosa. Además, si bien era una pieza central de Simeone, el africano estaba cansado de un sistema defensivo en el que ciertamente él brillaba, pero en cuestión de títulos nunca llegaban a ningún lado. En la Premier League tendrá la oportunidad de mostrar todas sus dotes defensivas con la conciencia tranquila de dejar el Atlético tras muchos años de lucha y que por una mala gestión no pudo seguir representando esa camiseta que tanto ama.