El Real Madrid ha aplicado en los últimos años una política de fichajes de muchos jóvenes con esperanza de que despunten en un futuro en el primer equipo. Florentino Pérez, al ser un visionario como nadie, apuesta por estos jóvenes y los ficha a un precio que es aún asumible antes de que se conviertan en estrellas inalcanzables. Con ese método llegaron futbolistas como Vinicius, Rodrygo, Valverde, Odegaard, entre otros; pero sin duda uno de los que más esperanzas genera al madridismo es Takefusa Kubo.
Al ver las pocas oportunidades que tendría en el primer equipo blanco y para que no pierda tiempo en su progresión, los merengues tuvieron el acierto de cederlo al Mallorca la temporada pasada y en esta volvieron a aplicar la misma fórmula, solo que está vez fue a un equipo un escalón por encima: el Villarreal. Con el «Submarino Amarillo» tiene la oportunidad de jugar en Europa; no obstante, lo que todo el mundo pensaba que fue una buena elección, ahora se cuestiona al no tener tantos minutos como se esperaba. Unai Emery ha sido la piedra de tranca, pero el japonés no se rinde y poco a poco quiere demostrar de lo que está hecho y ante el Sivasspor ya dio prueba de eso.
1Kubo marca para comenzar bien en Europa
En lo que va de campaña el nuevo entrenador del Villarreal no le había dado una oportunidad de ser titular a Kubo hasta el partido ante el Sivasspor y vaya si aprovechó la oportunidad. El japonés se lució de principio a fin y no solo es que fue titular, también pudo jugar durante los 90 minutos del compromiso.
Con un buen gol de pillo, al cazar un rebote del portero en el área, y dos asistencias bien ejecutadas, la primera de pase filtrado a Bacca y la segunda de un córner ejecutado a la perfección que fue cabeceado por Foyth, estuvo en realmente arrollador. Emery asistió desde la banda a un recital del nipón que se cansó de generar juego para sus compañeros y de dirigir el ataque del ataque. En realidad, precisamente para jugar así fue que llegó al conjunto valenciano y el equipo turco lo sufrió de primera mano.