Con tres grandes victorias dejando reacciones positivas y esperanzadoras tanto en la directiva como a la fanaticada, todos con la sensación de que el FC Barcelona está de vuelta y con ganas de conquistar la temporada.
Aunque suena un poco contradictorio ya que hace solamente un mes todo era muy oscuro en el vestuario blaugrana, pero ahora la dinámica en la plantilla ha cambiado de una manera ascendente muy importante para los intereses del club.
Y es por esto que todos los planes que Koeman tenía pensados para este periodo invernal han dado un giro de 180º. Situaciones con jugadores como Antoine Griezmann y Ousmane Dembélé que eran realmente críticas hace tan solo unas semanas y que estaban destinados a dejar el club, han sido piezas importantes para las victorias acumuladas en las últimas jornadas.
Tal es el caso del exfutbolista del Borussia Dortmund que ha sonado en los últimos meses su aterrizaje en el Manchester United, e incluso varias fuentes británicas han afirmado que los red devils están dispuestos a tener al jugador en el próximo mes de enero, con 70 kilos sobre la mesa, cantidad que resulta sumamente útil para el club culé para reforzar la plantilla actual.
Sin embargo, la pelota es redonda y la situación no se le ha puesto fácil a el técnico neerlandés, ya que éste no tenía dudas sobre la salida del delantero hace unas semanas, pero, dado que las circunstancias han empezando a cambiar, Koeman intentará retener a Dembéle sea como sea, siempre y cuando éste siga manteniendo el nivel.
Ahora si el galo se queda en Barcelona, hasta el final de la presente campaña, el gran afectado podría ser Leo Messi. Ya que el jugador argentino ha sembrado un mar de dudas sobre su rendimiento en estos meses iniciales y, al contrario que sus compañeros, no parece estar por la labor de ganarse un puesto que poco a poco ha ido perdiendo en el club.
El nuevo imprescindible
El Barça ve en Ousmane Dembélé un futbolista por el que podría sacar una buena cantidad de dinero en el mercado. Sin embargo, si el francés se mantiene al nivel que está y sigue creando grandes actuaciones, convertirlo en una pieza importante del Barcelona del mañana no suena descabellado. Hay que recordar que no hay jugadores como él en el mercado. Es diferente, desequilibrante y su velocidad y capacidad para pegarle con las dos piernas funcionan al mil por ciento.
En la presente temporada, Dembélé se está consagrando como un jugador importante en los esquemas de Ronald Koeman. En lo que va de curso, el francés no se ha lesionado ni una sola vez, ganando una continuidad que se está viendo reflejada en el extraordinario rendimiento del futbolista.
Si nos centramos en el último partido, podemos decir que fue una maravilla. En el primer tiempo tuvo un par de jugadas individuales de gran nivel y una de ellas se convirtió en una asistencia de oro para que Martin Braithwaite, colocara el 0-2. Además, lo dejaron ejecutar un penalti provocado por el danés.
En el segundo tiempo, cuando Antoine Griezmann y Martin Braithwaite fueron sustituidos, el protagonismo del delantero aumentó. solamente le faltó algo de acierto en sus tiros, porque estuvo muy cerca de marcar en varias ocasiones y aumentar el marcador.
En el momento que cambiaron a Clément Lenglet, Dembélé se quedó con el brazalete de capitán y ejerció como tal, llevando más peligro por su banda, el galo funciona y eso es una gran noticia para el FC Barcelona en este momento.
Ahora hablando un poco de Ronald Koeman, debemos aceptar que tiene algo. Puede ser suerte o un ángel guardián. Y es que al neerlandés cualquier invento le sale bien. Acierta con sus decisiones. Rota, mueve y los que juegan dan la talla en el campo. Deja a Messi en casa y no se nota. Le da oportunidad a los jóvenes y responden. Si logra mantener ese aura, el barcelonismo va a terminar recuperando la posición que tenía hace unos años.