La situación de Antoine Griezmann en el FC Barcelona ya es muy difícil de sobrellevar y se nota aún más cada vez que el equipo tiene que jugar, precisamente debido a que el 11 titular el francés ya casi no comienza a figurar. En duelo ante el Huesca, en El Alcoraz, el atacante galo volvió a estar en la banca y no fue hasta el minuto 81 cuando saltó a la cancha. Pese a que el equipo tiene una evidente falta de gol, a Ronald Koeman no le parece que el «7» vaya a contribuir a destrabar los problemas de cara a puerta; más bien comienza a figurarse que él es uno de los que se suma a esa mala estadística.
El ex del Atlético ya se está acostumbrando a estar en el banquillo del Barcelona y si no lo hace desde el inicio, no tarda en salir del campo. Su irregularidad en el juego y su nula aportación en la faceta goleadora lo han dejado fuera del de a titularidad o a ser el primer cambio del técnico neerlandés. Ante el Huesca vio todo desde el banco hasta el 81′; ante Eibar salió por Trincao después del minuto 60, algo que ocurrió también ante el Valencia y la Real Sociedad, una hecho impensable en otros tiempos si se tiene en cuenta que el rival apretaba y lo que se necesitaba era gol; pero peor le fue ante el Valladolid contra quien ni si quiera jugó y el equipo desplegó su mejor actuación de la temporada. Ante eso, la respuesta es que ya alguien adelantó al francés.
Koeman ve por delante a Braithwaite
Al principio de campaña Griezmann contó con la confianza total de Koeman, que desde el inicio dejó claro que el francés sería una de sus estrellas, algo que podría intensificarse si Messi acaba saliendo del equipo, cosa que al final no ocurrió. Sin embargo, el técnico blaugrana le dio muchos minutos y no tarde en decepcionarse, al punto de que tanto Ansu Fati como Pedri empezaron a jugar más que él. Pese a eso, la lesión de Ansu y sus galones hicieron que volviera a la titularidad; pero está la ido perdiendo debido a la irrupción de un Martin Braithwaite que lo ha adelantado en las preferencias del entrenador.
Para Koeman la respuesta sobre los pocos minutos que ha tenido Griezmann últimamente es tan simple que lo comentó justo después de la victoria ante el Huesca y todo se debe a la confianza que hay en el danés. «Confío en cada jugador de nuestra plantilla, pero si optamos por tener tres mediocampistas hay sitio para tres delanteros. Con Leo, en banda apostamos por alguien con mucha profundidad como Dembélé y tenemos que elegir entre Martin o Antoine de punta y Martin lo ha hecho bien, es un ‘9’ que en estos partidos nos falta pero no quiere decir nada de la suplencia de Antoine, tenemos muchos partidos y necesitamos de todos los jugadores», explicó el neerlandés.
Griezmann genera muchas dudas
Con Messi como un fijo, que además ocupa el lugar favorito por donde se mueve Griezmann, y con una posición reservada en la banda para un tipo rápido, solo queda lugar para un nueve y ese puesto no es donde Koeman ve al francés justo en estos momentos. Con solo tres goles en 15 partidos de Liga, las dudas que ha generado son muchas y con unas simples, pero convincentes, actuaciones de Braithwaite, este lo ha superado y se ha afianzado como el «9» titular del Barça.
Lo peor de todo es que Griezmann no se ha alzado ni ha hecho respetar ese estatus de estrella que le dan ser un Campeón del Mundo y los 120 millones de euros que costó; más bien ha huido como en el penalti ante el Eibar que rechazo patear. Ante eso Koeman no duda en decir que le hace falta otro delantero centro, lo que le dificultaría aún más tener minutos. «Hemos dicho varias veces, al principio de temporada, que nos falta alguien arriba para tener más competencia y más gol, más efectividad, pero esto depende de muchas cosas», señaló tras el duelo contra el Huesca.
Las oportunidades se agotan para un Griezmann al que cada vez le cuestan más caros los minuto. Con la sombra de su posible salida sobrevolando de nuevo en la entidad blaugrana, realmente deberá activarse pronto si quiere revertir todos los rumores y justificar la tremenda inversión que hizo el equipo para así no pasar a la historia como uno de los fracasos más importantes de la historia azulgrana.