Dos interpretaciones, una cláusula. La experiencia del F.C. Barcelona de hace unos meses con las intenciones de Leonel Messi de colgar la camiseta azulgrana ha logrado poner en alerta a la directiva culé con respecto a los contratos de sus futbolistas. La nueva junta está atenta con un caso similar que está cada vez más cerca.
Ansu Fati, el joven jugador que acaba de cumplir 18 años está considerado para convertirse en una de las nuevas joyas del Barcelona ya que actualmente es una de las piezas más preciadas de Ronald Koeman y en el campo ha demostrado lo sólido y determinante que puede ser. Su contrato,según una cláusula, terminará en 2022, pero las partes parecen que no están de acuerdo en la fecha ya que lo han interpretado de diferentes maneras, abriendo un nuevo punto de inflexión en el club culé.
En el contrato firmado el 5 de diciembre de 2019 porambas partes, Fati y el Barça, esa pautado que los deberes del jugador con el plantel culminarán el 30 de junio de 2024, además de tener una cláusula de rescisión por 400 millones de euros. Por esta parte para el club azulgrana está claro que en su compromiso contractual cuentan con el delantero hasta 2022, más dos temporadas adicionales que se ejecutan de manera unilateral.
Sin embargo, la parte del jugador, no lo ve así. A su padre, Bori Fati, y su nuevo agente, Jorge Mendes, les preocupa que el contrato fue firmado siendo Ansu un menor de edad, la cuestión radica en la interpretación que se hace de la misma normativa. Ellos se acogen a este extracto de la normativa donde habla de las disposiciones adicionales con los contratos entre jugadores profesionales y clubes.
En su punto 2 especifica que“ (…) la duración máxima de un contrato será de cinco años (…) Los jugadores menores de 18 años -como es el caso de Ansu- no pueden firmar un contrato de profesionales de una duración mayor de tres años. No se acepta cualquier cláusula de un periodo mayor”.
Entendiendo que su finalización se cumple en 2022 y que no hay ninguna cláusula opcional ejecutable por el club
En esta situación, la directiva del club culé entiende que para evitar malas interpretaciones o conflictos, lo recomendable es negociar una ampliación de cinco años más, hasta 2026 con su correspondiente aumento de salario. Esta es la idea que se le trasladará al que sea el nuevo presidente de la entidad azulgrana y evitar de esta forma posibles pretendientes y malos entendidos por el jugador. siendo así éste el nuevo reto de la próxima directiva, contentar a Ansu Fati.
Hace unas semanas el canterano culé sufrió una grave lesión que podría ser la oportunidad perfecta para que ambas partes se sienten a negociar y dejen claro todas las cláusulas que actualmente se interpretan de diferentes maneras.
Por su parte Jorge Mendes también quiere que Ansu Fati se convierta en uno de los jugadores mejor pagados actualmente de la plantilla azulgrana. O estar por lo menos en los primeros escalones, donde aparecen jugadores como Busquets, Démbélé y Coutinho.
No se quiere ir
La luz en el túnel es que Ansu Fati quiere quedarse en el Barcelona y el club azulgrana quiere contar con el delantero todo el tiempo que sea posible. No hay duda de que el joven es el futuro del Barça. Si nada se distorsiona, el rápido jugador blaugrana aspira a convertirse en uno de los mejores jugadores del mundo y el Barça está claro de eso por eso deberá retenerlo como sea, o bueno con la aprobación de Jorge Mendes, aunque Ansu quiera seguir en el club.