El fútbol es el deporte más popular y las lesiones derivadas de su práctica son frecuentes por la cantidad de gestos deportivos que requiere como saltos, giros o carrera continua y evidentemente el contacto físico que implica. Hay que diferenciar entre lesiones no traumáticas que se dan cuando existe una sobrecarga muscular provocando calambre debido a un esfuerzo físico excesivo y las traumáticas en las que se produce rotura de ligamentos, músculos o hueso.
Tal como explica el doctor Nebot, jefe de traumatología de urgencias del Hospital Vithas Valencia Consuelo y miembro del panel antidopaje de la UEFA, “una de las más habituales son los esguinces de rodilla y tobillo que tienen lugar cuando hay un estiramiento exagerado de los ligamentos que rodean los tobillos o las rodillas. Son lesiones muy dolorosas, dependiendo de los tres tipos que existen. la lesión sin rotura (grado I), con rotura parcial (grado II) y con rotura total de los ligamentos”.
Otra de las lesiones más comunes son las fracturas óseas. “Estas sí que se pueden originar a causa de un traumatismo directo o de una contracción muscular violenta, -subraya el doctor Nebot-, siendo lesiones bastante largas para el futbolista, en especial la rotura de la tibia y el peroné que pueden dejarle fuera de juego de ocho meses a un año”.
Lesiones muy frecuentes derivadas del contacto físico son las contracturas que consisten en contracciones involuntarias y frecuentes que se producen en un área del músculo. “Se sienten como una especie de bulto o dureza, dándose con más frecuencia en los cuádriceps, isquiotibiales y gemelos. Esto sucede cuando se recibe un golpe muy fuerte como, por ejemplo, un rodillazo”.
Por otra parte, la rotura de menisco y de ligamento cruzado anterior implica un 20% de las lesiones. Los meniscos son estructuras que tienen como función principal soportar las cargas que recibe la rodilla disminuyendo la fricción entre el fémur y la tibia. “Esta lesión se suele dar en un movimiento de rotación de la pierna con el pie firmemente fijo en el suelo o en un golpe directo sobre la pierna flexionada y en rotación”, afirma el especialista. “La intervención quirúrgica es la mejor solución al igual que en la rotura de ligamento cruzado anterior. En este último caso es de las que más tiempo de recuperación necesita, ya que está dividida en varias etapas. Se produce por un estiramiento excesivo que conlleva a una rotura parcial o total, aunque las lesiones de ligamento cruzado llevan con mucha frecuencia otras lesiones asociadas y su porcentaje suele ser mayor en mujeres que en hombres. Conviene estudiar bien la rodilla del paciente, con su historial clínico, una exploración completa y con una resonancia magnética de alta precisión”.
Según el doctor Nebot, “los estiramientos de cada músculo son una rutina necesaria. El esfuerzo físico puede provocar lesiones musculares en los futbolistas, pero estas pueden evitarse con un buen calentamiento previo a la actividad Independientemente de que el jugador sea profesional o amateur. Además, para su práctica se deben tener en cuenta varios factores de riesgo entre las que destaca las lesiones previas que ya haya padecido el futbolista, la edad, o el terreno de juego si es de tierra o hierba”.