El tenis vive horas muy bajas y todo por el nefasto Adria Tour en el que Novak Djokovic y compañía se creyeron estar por encima del resto para organizar un evento como si una pandemia no asolara el planeta y terminaron saliendo varios contagiados por la insensatez de unos pocos. Las críticas no han faltado pero uno de los que más duro está hablando a sus compañeros ha sido Nick Kyrgios y razón no le falta, porque el australiano siempre ha estado en la polémica por su comportamiento, pero ahora cuando se espera el mejor de los ejemplos, son los supuestos «mejores tenistas» los que están fallando.
Para el tenista oceánico era una imprudencia muy grande reanudar el tenis sin que existiera una vacuna contra el coronavirus, por lo que se opuso firmemente a la realización del torneo del serbio. Así, cuando salieron todos los positivos, no tardó en dar su respuesta a unos compañeros de profesión que claramente se equivocaron.
Kyrgios se redime ante muchos
Las palabras del oceánico fueron de las primeras en salir, justo tras la cancelación del evento. Muchos podían esperar que semejante estupidez de programar el Adria Tour viniera de una persona tan polémica como la del de Canberra; pero no, todo surgió nada más y nada menos que del número 1 del mundo. Es por eso que tras confirmarse el positivo de Djokovic, que se unía a los contagiados, el tenista de ascendencia griega comentó que más nunca esperaba que lo criticaran después de esto.
«Oraciones a todos los que se han contagiado del Covid-19. No me digan nada por las cosas estúpidas e irresponsables que he hecho porque esto es lo máximo», escribió en Twitter un muy acertado Kyrgios. Catalogado como el «chico malo» y siempre envuelto en comentarios negativos, ahora que ha saltado algo muy grave en el mundo del tenis, pues es raro que no esté envuelto. Sin duda, las vueltas de la vida.
Una nueva fiesta para el olvido
Si bien el torneo fue el gran foco de contagio, una de las razones que aceleró el proceso fue que en el Adria Tour organizaron una fiesta multitudinaria en la que se puedo ver hasta a Djokovic sin camisa. Uno de los asistentes a esa celebración fue Alexander Zverev, que no tardó ni una semana de salir de una polémica para entrar en otra.
Luego de pedir perdón y jurar que estaría en cuarentena para evitar contagios, además de que se salvó porque dio negativo, al alemán se le vio hace poco en otra fiesta en la playa con mucha gente. Las imágenes de «Sascha» Zverev festejando como si no hubiera mañana corrieron como la pólvora y Kyrgios no tardó en salir a darle un buen palo.
Otra vez fueron las redes el medio para describir la impotencia que sentía contra el alemán al que en un vídeo le dijo: «¿Otra vez tío, otra vez? ¿Cómo puedes ser tan egoísta? ¿Cómo?». El australiano se despachó a gustó y completó al decir que «si tienes la cara dura de poner un tuit y hacer que tu representante escribiera por ti que pasarías una cuarentena de 14 días, y pides perdón a todo el público por poner en riesgo su salud, al menos ten la jodida vergüenza de quedarte junto a tu novia aunque sea 14 días y cumplir la cuarentena.
Todo lo que dijo Kyrgios fue respaldado por la gran mayoría que lo ve a él pasando su confinamiento tranquilo en Canberra y ve a otros que supuestamente son «ejemplo a seguir» en fiestas y exhibiéndose a posibles contagios por no acatar las medidas sanitarias.
Pese a todo le salio enemigo
Aunque mucho apoyan ahora la figura del australiano otros lo han acusado de «rata» por criticar a sus compañeros en estos momentos tan malos. El que más fuerte se lo dijo fue Boris Becker que no aguantó las ganas de hacerlo por sus duras críticas contra Zverev.
En una cadena de tuits ambos intercambiaron insultos, pero el que peor quedó parado fue el extenista, más que nada porque hasta se metió con Kyrgios por su falta de seriedad en el tenis cuando se suponía que discutían la falta de seriedad por el coronavirus, sin duda las excusas de cuando vas perdiendo un debate.
Pese a todo el discurso del oceánico es el que está cuajando con fuerza y en los últimos días ha pasado de ese chico problemático a emblema de un tenis que, tras tantos escándalos, definitivamente vive horas muy bajas.