Los años pasan y en el tenis son muchos los que ya perdieron la esperanza de que aparezca alguien que logre derribar de la cima al ‘Big 3’ que componen Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic. Sin embargo en la rama femenina hay más variedad y desde algunos años que Serena Williams no domina en todos los aspectos a sus demás rivales, pero las tenistas que dominan ahora son algo contrastadas y con experiencia en el circuito, por lo que es muy difícil ver sangre nueva alzarse. Aunque en estos momentos muchos dirán difícil, pero no imposible y todo gracias a una niña que desde ya los amantes del tenis deberían grabarse para que en unos años no sorprenda por su gran calidad: Brenda Fruhvirtova.
Esta tenista de apenas 13 años de edad venció en dos sets a la número 54 de la WTA, Katerina Siniakova, en un torneo de exhibición en República Checa. La joven tenista checa sorprendió a propios y extraños al ganar 7-6 y 6-2, en un duelo que se extendió por una hora y media. A pesar de que al principió le costó, en el segundo set se ajustó más y controló la situación sin muchos inconvenientes. Si bien es un título en un torneo amistoso aún sigue teniendo mucho mérito, más si se cuenta que es una pequeña niña. Pero esta joven checa no es la primera, porque acaba de escribir su nombre en una larga lista de tenistas precoces que lo han petado a lo largo de la historia.
Brenda Fruhvirtova se une al club
En la actualidad es muy difícil ver que un tenista joven, que apenas sea un crío, destaque tan pronto en este deporte, esto debido a que con las nuevas tecnologías, combinado con los métodos de entrenamientos y las formas para comer saludable, han hecho que la vida de un tenista profesional se alargue mucho, por lo que ver tantos casos como hace ya varios años de jóvenes precoces es cada vez más extraño. No obstante, Brenda Fruhvirtova no está sola, porque otras niñas, como su propia hermana (Linda Fruhvirtova), vienen pujando fuerte.
Junto a las hermanas Fruhvirtova se puede juntar a Linda Noskova, otra joven checa que también destaca por su calidad en las categorías menores y pronto pueden dar el salto para competir con las mejores. Pero todas ellas pueden unirse al club de tenistas como Jack Sinner o Álex de Miñaur que acaban de dejar atrás la adolescencia, aunque la referencia de todas ellas deber ser, sin lugar a dudas, Coco Gauff.
La estadounidense consiguió meterse en la historia al conquistar el título en el torneo de Linz 2019 con apenas 15 años y siete meses. Esto la convirtió en la novena tenista de menor edad en conquistar un título de WTA. Además, ya tuvo una gran participación en el último Abierto de Australia al vencer a la campeona del año anterior, Naomi Osaka. Brenda Fruhvirtova debe seguir la estela de una Gauff que apunta muy alto.
Otros que volaron muy pronto
Al igual que Fruhvirtova, a lo largo de la historia han habido casos de niños que sin ningún complejo se imponen contra todo pronóstico. Historias como las de Monica Seles, que con solo 15 años, cuatro meses y 29 días ganó su primer título en Houston en 1989, que después logró alcanzar el número 1 y acumular un total de 53 trofeos en su carrera; o también la historia de Gabriela Sabatini, que con 15 años, cinco meses y dos días alcanzó en Tokio en 1985 su primer trofeo, que fue el primero de los 27 que se llevaría en su gran carrera, son las gestas en las que deben fijarse estas niñas de ahora para tratar de asaltar la cima.
Pero si piensan que lograr un título tan joven es difícil, en los Grand Slam es aún más complicado y aún así se ha hecho. Un joven Michael Chang se impuso con 17 años y tres meses en el Roland Garros de 1989. Y si creen que no se puede llegar al número 1 tan joven, pues Lleyton Hewitt lo logró con 20 años y ocho meses. Si el deseo está nada será imposible para esta nueva generación que se viene.
Los jóvenes en el tenis se están levantando poco a poco y si algunos de estos niños, con Coco Gauff y Brenda Fruhvirtova a la cabeza, siguen por buen camino, entonces esos que tienen pocas esperanzas en la nueva camada de jugadores, pues tendrán que tragarse sus palabras muy pronto.