Un médico de familia ha sido suspendido de sus funciones por un periodo de 11 meses por el Tribunal Superior de Justicia de Murcia después de que hubiera diagnosticado a una paciente que «no estaba bien follada».
El médico reconoce que hizo el polémico diagnóstico pero que no fue con ánimo de «de dañar o burlarse de la paciente», tal y como informa ‘La Opinión de Murcia’.
Por su parte, la paciente segura que el médico se le insinuó sexualmente y que no le dio receta porque tenía «un tipazo».
La sentencia indica que en ningún caso se puede considerar como un «diagnóstico correcto».