Un ciudadano de Nueva Zelanda, Brandon Ferguson, encontró la semana pasada en Maunganui Bluff Beach, una playa de la Isla del Norte, al menos medio millón de mejillones cocinados vivos.
“Soy de la zona, así que siempre estoy por la costa buscando comida para la familia. Ese día salí con amigos y esperamos a que cambiara la marea para poder juntar el mayor número de mejillones”, comentó Ferguson a ’Business Insider’.
“Olía muy fuerte a podrido. Algunos de los mejillones estaban vacíos, otros muertos. Algunos flotaban en el agua. Había más de 500.000 mejillones y conchas cubriendo la costa”, prosiguió.
No es la primera vez que Ferguson se enfrenta a un fenómeno de semejantes características ya que, según relató al citado medio, el mismo suceso se produjo el año pasado. Al parecer, se debe al aumento de las temperaturas y al calentamiento de las aguas del mar. “Ha sucedido en el pasado debido a las temperaturas cálidas del agua, las bajas mareas del medio día y las altas presiones”, matizó.
El hombre colgó una grabación de la curiosa escena en su página de Facebook.