Cuando duermes desnudo tu nivel de estrés se reduce de forma notable y el nivel de ansiedad que esto te produce evita que quieras comer en momentos inadecuados y de forma excesiva. Además, el cuerpo comienza a quemar calorías cuando se va quedando frío. La regulación de la temperatura provoca también la activación de hormonas del metabolismo y las que controlan el apetito.
Por ello, al despertar habiendo dormido mal provoca la sensación de querer consumir alimentos altos en calorías.
1Vida sexual activa
Junto a tu pareja desnuda el contacto de la piel hace que aumente el deseo sexual gracias a una hormona llamada oxitocina, conocida como la «hormona del amor». De hecho, cuando duermes desnudo, los contactos casuales con tu pareja producen nuevas experiencias y sensaciones sexuales.
Dormir sin ropa mejora la vida sexual con la pareja ya que la química entre ambos se incrementa. Así que si tu pareja es más reacia que tú a practicar sexo intenta dormir sin ropa y que tu pareja también lo haga.