Muchas veces hacemos fotos que no parece lo que son realmente. En ciertas ocasiones puede ser problema del ángulo, del enfoque o de la composición fotográfica. Otras veces es nuestro propio cerebro el que se encarga de engañarnos y ver lo que no es. Está probado científicamente que el cerebro tarda 13 milisegundos en procesar la imagen completa que el ojo ve.
El cerebro, pues, se encarga de darle una razón lógica a la foto. En caso de que veamos una ilusión óptica, el cerebro así lo interpretará y siempre intentará darle un razonamiento que sea rápido. Si nos tomamos más tiempo en mirar la foto, ya comprenderemos qué pasa y por qué veíamos lo que veíamos. Ahora disfruta de esta lista de fotos que no son lo que parecen y que algunas tienen bastante gracia.
1Gato forzudo
Si este gato no se llama Popeye, es que sus dueños no supieron verle el brazo. Esta graciosa foto, a primera vista da la impresión de que los dos brazos son del gato.
Deberemos fijarnos un poco más detenidamente para darnos cuenta de que el brazo grande es un dibujo en una especie de sábana o toalla. Pero al ser del mismo color blanco que el gato, se crea una ilusión óptica divertida.
Con lo complicado que es fotografiar a los gatos y que se estén tranquilos y que el autor de la foto lo haya hecho junto con la ilusión óptica…