Es bien sabido que todos estamos hechos de energía, que varía de acuerdo a cada situación y experiencia vivida, puede tornarse tanto positiva como negativa, siendo esta ultima la que atenta contra el bienestar del lugar que habitas día a día y requerirá de una limpieza energética. Cada rutina y la manera en que actúas sobre ella crean un aura que proyecta energías vibratorias que se expanden fuera de ti para impregnar tu entorno.
Tus pensamientos, acciones y emociones pueden generar vibraciones positivas, las cuales no tienen ninguna consecuencia, al contrario, son esas las que debes mantener para equilibrar la armonía, y por supuesto, no solo la tuya, sino también la de quienes te rodean. De este mismo modo, debes pensar en ellos cuando sientas que las malas vibras están presentes en tu hogar.
¿Cómo surgen estas energías negativas?
Algo tan cotidiano como tener un mal día en el trabajo o haber tenido una pequeña discusión con otro miembro del hogar, es capaz de ser más destructivo de lo que piensas. Todo comienza desde tu interior y el cómo enfrentas las situaciones, si dejas que el estrés, disgusto o tristeza constantemente tomen control sobre ti, tendrás repercusiones tanto a nivel personal como en el espacio que te rodea y que impedirá completamente tu recuperación en todo este proceso de sanación.
Cabe destacar que, todas estas cargas de energía, sean positivas o negativas, pueden acumularse con el paso del tiempo, causando que la energía de tu hogar o espacio de trabajo tenga cada vez más un aura pesada, que puede llegar incluso a causarte síntomas en el aspecto emocional y físico.
La falta de entusiasmo y vitalidad, la sensación de que realizas tus actividades porque te sientes obligado a ello, momentos constantes de infelicidad, problemas para mantener una rutina de sueño estable y el hecho de quejarte de cada “desgracia” en tu vida, son definitivamente algunos de estos síntomas que te piden a gritos una limpieza energética.
Empieza por ti para esta limpieza energética
Como ya te podrás haber dado cuenta, la influencia de tu carga energética hacia el resto del mundo es más fuerte de lo que esperabas. Por lo tanto, antes de que conozcas el paso a paso para la limpieza física, ten siempre en cuenta que el orden y la paz que tanto aspiras debe siempre venir desde dentro de ti.
Para obtener los verdaderos resultados de esto, debes primero mantener buenos hábitos contigo, detalles sencillos como llevar una alimentación saludable, realizar diario una pequeña rutina de ejercicios o practicar yoga, son actividades que te ayudarán a mejorar tu estabilidad emocional y te harán sentir mejor respecto a ti mismo, mejorando y superando la ansiedad.
También antes de realizar la limpieza, tener en mente que es un compromiso y que debes afrontarlo como tal. Despeja tu mente de todo pensamiento pesimista y deja de lado cualquier problema o carga que estés llevando en ese momento. Necesitas concentrarte en lo que vas a hacer y en los motivos de ello, respóndete a ti mismo: ¿Por qué voy a hacer esto? ¿Con que objetivos lo hago? ¿Cómo voy a cambiar a partir de ahora?
Pero lo más importante de esto, es que tienes que creer. Creer que lo que vas a hacer mejorará considerablemente tu vida en aspectos que nunca imaginaste, creer en tu propósito y creer en los resultados que obtendrás al terminar. De nada te serviría atravesar todo este proceso con la mente y el cuerpo vacíos.
Paso a paso para relializar la limpieza energética
Ahora teniendo claro la conexión mental y física que necesitas, luego de que la lleves a cabo, te encuentras preparado para comenzar a cumplir con las instrucciones.
1. Limpia y ordena tu espacio
Sería contradictorio realizar una limpieza energética en un ambiente sucio y desordenado, por ello debes comenzar con sacudir todo el polvo, colocar todo en su lugar correspondiente y recoger objetos del suelo. Hay 10 cosas que deberías limpiar a diario para que no se acumule. De esta manera tendrás una mejor visión de las habitaciones y podrás trabajar mejor.
2. Materiales a utilizar
Necesitarás un cuenco donde puedas colocar los materiales que te servirán para purificar tu hogar, las opciones para ellos son muchas (cada uno con funciones específicas) y se pueden adaptar a tu disponibilidad.
El romero, por ejemplo, es capaz de limpiar, cortar y liberar las energías negativas, por otro lado, el laurel es otra hierba eficiente que ayuda con la purificación y protección del ambiente. La madera de palo santo y el cedro aplican como un buen repelente que genera sensación de paz interior.
Pero en caso de que esta sea tu primera vez realizando una limpieza energética, la lavanda es el material adecuado con el cual podrías empezar. Es algo común y fácil de conseguir, además de que su humo es bastante suave, también desprende un olor ideal para renovar energías y estado de ánimo.
3. Comienza a sahumar
Cuando hayas elegido y colocado tus materiales en el cuenco, enciende una pequeña llama con ellos, también puedes usar un trozo de carbón vegetal para que el nivel del humo aumente. Con esto hecho, puedes comenzar a sahumar tu hogar preferiblemente de atrás hacia adelante, empieza por la habitación más lejana y con tu cuenco en mano, deja que el humo salga libremente y se expanda por cada pared de arriba abajo, procura hacer esto de manera uniforme.
Tómate un poco más de tiempo en sahumar todas las esquinas, pasillos y habitaciones sin ventanas, estos son los lugares donde las cargas de energías dañinas tienden a acumularse más.
Una vez hecho este proceso por toda tu casa, tu limpieza energética habrá sido realizada completamente. Luego de esto, puedes tomar un baño para terminar de purificar tu cuerpo y colocar de fondo música que te parezca relajante para promover más la energía y la paz.
Por último, te recordamos que este es un proceso que empieza por ti y que para obtener resultados definitivos debes ser constante con la conexión entre tu mente y cuerpo con la de tu entorno. La armonía tiene que empezar por ti, para así contagiar positivamente al resto del mundo.