En las fiestas decembrinas no puede faltar el jamón york y si es hecho con el toque especial en casa, más especial todavía. El conocido jamón york , es uno de los embutidos más consumidos a nivel mundial. Famoso por su sabor y por su peculiar nombre ‘york’ que proviene de su localidad de origen.
El jamón york es un fiambre derivado de la carne de cerdo y se obtiene de los miembros posteriores. Para obtener su sabor, atraviesa un proceso con agua salada y algunas veces con extras de especias que le dan sabores explosivos.
Se dice que este jamón fue popular en York gracias a un carnicero de esa zona. Burrow Atkinson habría sido el padre de dicho jamón, pues su estilo de curar el fiambre de forma limpia y exquisita fue rápidamente conocida. Los viajeros y visitantes de la zona acudían a Burrow para pedir el tan sonado jamón a la york.
Dispuesto en las grandes mesas, el jamón york es famoso por ser servido con una salsa de vino de Madeira. Sin embargo, algunos lo disfrutan en platos de quesos, acompañado con uvas y hasta comerlo solo con un simple sorbo de vino extra.
La fama es tal que es un fiambre con sabor de impacto mundial y que su elaboración es de calidad.
¿Cómo preparar jamón york al estilo casero?
Lo que debes tener en claro para hacer un buen jamón york casero es el proceso. Cada uno de los ingredientes son fundamentales para la preparación, si te saltas un paso podrías perder todo el proceso de curado y prensado.
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Elige el mejor. Pregunta al charcutero sobre calidad pues si compras una paletilla o pieza que lleve mucho tiempo, el trabajo de tratado del jamón no será el mismo por tanto su sabor tampoco lo será.
El color rosa del fiambre siempre será buena señal. Verifica que sea un rosa no muy fuerte ni muy pálido, demuestra que la carne está buena y fresca.
¿Quién puede consumirlo?
El jamón york es una buena fuente de minerales. Tanto el hierro como el zinc que contiene este fiambre facilita su absorción a nivel intestinal.
Lleno de aminoácidos asegura un aporte proteico de elevado valor biológico tal como corresponde a una materia prima cárnica.
El valor nutritivo del jamón de york es semejante al de la carne de cerdo aunque con un menor porcentaje de proteínas y tiene mayor contenido en agua un 69% en total.
Aunque tiene buenos nutrientes, se dice además que el jamón york tiene una gran cantidad de sodio debido a su proceso de elaboración, por lo que aquellas personas que tienen dietas hiposódicas no pueden consumirla.
Procedimiento
- Primero corta la pulpa en trozos pequeños, de 2 cm máximo.
- Prepara la salmuera: en un recipiente agrega 1 taza de agua, una cucharada de sal, azúcar, sal de cura y ácido ascórbico.
- En otro recipiente se pone 1/2 taza de agua y se disuelve el fosfato de sodio.
- Una vez listo, añade a la mezcla a la carne y revuelve para integrarlos.
- Puedes usar también pimienta entera, semillas mostaza blanca, semillas de cilantro y hojas de laurel para la salmuera pero esto es opcional.
¿Cómo curar la carne?
Para curar la carne, añade la salmuera y remueve hasta que quede bien cubierta. Tapa el recipiente y deja reposar dentro del refrigerador por unas 16 horas.
Debes remover cada 4 horas para que el curado se realice correctamente. Posteriormente saca la carne del refrigerador y disuelve grenetina en 1/4 de taza de agua y deja hidratar totalmente.
A continuación vacía la carne en una tela de algodón, envuelve con presión y anuda. Lo siguiente es meterla en una bolsa de plástico y esta va directo a una olla hirviendo. La bolsa debe estar completamente cubierta y justo cuando el jamón esté en el agua baja el fuego.
Luego de cinco minutos , extrae la olla y presiona la bolsa con fuerza con una paleta. Aprieta nuevamente sin dejar aire dentro y deja cocinar por una 1 hora y 15 minutos.
Posteriormente, retira y deja enfriar a temperatura ambiente y luego refrigera por 24 horas antes de consumir.
Envasar el jamón york y su duración
El envasado del jamón york requiere cuidado, pues será el envasado que permita la calidad del proceso y durabilidad.
Para envasar, debes envolver en papel transparente y refrigerar. De esta manera el jamón puede tener una durabilidad de tres semanas.
El jamón york puede ser perfecto para sándwiches, bocadillos, pizzas, entremeses, un desayuno o cena y la preparación en casa ofrece seguridad en su consumo. De hecho algunos aseguran que la preparación en casa es un ahorro de dinero.
Sea cual sea , el jamón york no puede faltar en la mesa.