Actor fracasado. Así se ha definido el propio Jorge Sanz varias veces en entrevistas con los medios. El que fuera una estrella a mediados de los 90 y que encandilara a las jovencitas de aquella época con esa mirada profunda ha ido desapareciendo de las carteleras y de la televisión.
Empezó en la actuación muy joven y de hecho tiene un currículum extensísimo, sin embargo su carrera se ha diluido y apenas hay directores que quieran contar con uno de los que fuera niño prodigio del cine español. Tampoco ha ayudado el hermetismo con el que lleva su vida privada, ocultando incluso que hace unos años sufrió un infarto.
Los inicios
Jorge Sanz fue niño prodigio del cine español como hemos dicho anteriormente. El actor, que ya ha superado la cincuentena, debutó en el año 79 de la mano del director Pedro Masó en la película La Miel. Poco después viajaría hasta Hollywood para encarnar al hijo de Conan el Bárbaro en la película homónima junto a Arnold Schwarzenegger.
En los años 80 fue una de las caras infantiles y juveniles más requeridas en la gran pantalla, así pues fue parte de películas como La Rebelión de los pájaros, Mar brava, Mambrú se fue a la guerra, El año de las luces, El lute II, Continental o Si te dicen que caí, de Vicente Aranda, papel por el que fue galardonado el Premio Goya al mejor actor protagonista.
Los 90 y el Boom
Los años 90 fue el boom del éxito para Jorge Sanz por su profesionalidad y sus grandes dotes interpretativas, además por lo bien que daba en pantalla. El actor participó en las películas más destacadas de aquella década. Comenzó con Amantes, repitiendo con Vicente Aranda
En el 92 formó parte del cásting de una de las películas icónicas del cine español, Belle Epoque, de Fernando Trueba. Esta película consiguió el Premio Oscar como mejor largometraje extranjero. Jorge Sanz no paró de trabajar y también en el 92 apareció en Orqueta Club Virginia. Al año siguiente en Los peores años de nuestra vida o Tocando fondo.
Fue en 1995 cuando protagonizó junto a María Barranco y Pepón Nieto Morirás en Chafarinas, de Pedro Olea. Al año siguiente se le podría ver en otra de las películas más reconocidas de nuestro cine, Libertarias, compartiendo escena junto a José Sancho, Ana Belén, Victoria Abril o Miguel Bosé.
La carrera de Jorge Sanz seguía siendo de las más prolíficas entre los actores de su época y su cara era sumamente popular. No había año que no apareciera en al menos dos o tres películas. Era uno de los intérpretes más cotizados de la escena.
A finales de los 90 apareció en Cha-cha-cha, La niña de tus ojos, por el que volvía a ser nominado como mejor actor en los Goya, o En un claroscuro de la luna en 1999. Llegábamos al año 2000 y Jorge era muy reconocido entre toda la crítica y la academia. En todo este tiempo había llegado a conseguir 6 nominaciones como mejor actor a los Goya, aunque solo consiguió ganar 1 vez el galardón.
La cuesta abajo
El cambio de siglo cambió todo y quizás su alto caché o quizás una serie de malas decisiones a la hora de escoger papeles en películas de poco éxito dinamitaron la estratosférica carrera. En 2000 apareció en la cinta Tuno Negro, película de terror española con escaso éxito en donde compartió escenas con Fele Martínez o Maribel Verdú. Quizás fue el último gran papel ya que a partir de aquí empezó a dejar de salir tanto en la gran pantalla.
Sin embargo, conservando el rebufo de gran actor en estos primeros años del nuevo siglo consiguó aparecer en Sin Vergüenza, I Love You Baby, Clara y Elena o El oro de Moscú, película esta última de Jesús Bonita y que estaba compuesta por gente de la talla de Alfredo Landa, Concha Velasco, Santiago Segura, Antonio Resines, Gabino diego o el propio Jorge Sanz.
El resto son papeles menores en cintas como El Lobo, Bienvenido a Casa o Vivir es fácil con los ojos cerrados.
El intento de resurgimiento
Fernando Trueba es uno de los directores que ha contado con Jorge Sanz en muchas de sus películas. Desde 2015 hasta aquí tan solo ha aparecido en La Reina de España del propio Trueba. Sin embargo en televisión ha estado más activo teniendo pequeños papeles en Olmos y Robles o Algo que celebrar.
También fue integrante del casting de Amar es para siempre o Águila Roja, pero quizás el papel en el que le tenemos más presente en los últimos tiempos es el que protagonizó como si mismo en la miniserie de Canal + ¿Qué fue de Jorge Sanz?. En 6 capítulos en 2010 y en 2 especiales en 2016 y 2017 el actor se interpreta a si mismo con una parte de ficción y otra de realidad como un intérprete de gran éxito que ha quedado para interpretar papeles de poca monta.
Sea por la causa que sea, esperamos que Jorge Sanz recupere el brillo que tenía hace ya 20 años y que los directores actuales empiecen a contar con él en papeles de hombre maduro que puede interpretar y sacar adelante perfectamente. Si algo tiene y conserva Jorge Sanz es su mirada y su profesionalidad.