Cantabria estará mañana, miércoles, de luto oficial por el fallecimiento este martes del expresidente autonómico y exalcalde de Santander, Juan Hormaechea, y las banderas ondearán a media asta en todos los edificios públicos de la Administración regional durante toda la jornada.
Así lo ha anunciado, en un comunicado el Gobierno regional después de que tanto el presidente, Miguel Ángel Revilla (PRC), como el vicepresidente, Pablo Zuloaga (PSOE), hayan trasladado las condolencias del Ejecutivo regional a los familiares y amigos de Juan Hormaechea, fallecido este martes a los 81 años.
Ambos han destacado la «transcendencia» de la figura de Hormaechea en la historia política de la comunidad autónoma.
Así, Revilla ha querido valorar las «cosas positivas» que Hormaechea hizo por la región a lo largo de una dilatada trayectoria política, «con luces y sombras».
En este sentido, ha reconocido que tuvo «grandes ideas» que contrastan con la condena que recibió por «prácticas incorrectas en el manejo de la política».
Además, se ha referido a Hormaechea como una persona «muy singular» con la que en los últimos tiempos mantuvo una «relación cordial», pese a los «enfrentamientos muy duros» que vivieron durante años.
Por su parte, Zuloaga se ha puesto en contacto con el presidente del Parlamento, Joaquín Gómez (PSOE), que le ha confirmado el ofrecimiento de la institución de acoger la capilla ardiente del expresidente para «acompañar a la familia en estos difíciles momentos».
Hormaechea fue presidente del Gobierno de Cantabria en dos etapas, entre 1987 y 1990, cuando fue investido como independiente en las listas de la entonces Alianza Popular, y entre 1991 y 1995, al frente de su propia formación política, denominada Unión para el Progreso de Cantabria (UPCA).
Antes de concluir el mandato, en 1994, dimitió de su cargo debido a una sentencia judicial que lo condenó a 6 años de prisión y 14 de inhabilitación, aunque permaneció como presidente en funciones.
Anteriormente, fue alcalde de Santander durante 10 años, hasta 1987, cuando dio el salto al Gobierno autonómico.
Estaba retirado de la vida política desde finales de los años 90, tras ser inhabilitado por prevaricación.