La caminata nocturna más multitudinaria se celebró la noche de ayer viernes y contó con un espectáculo musical y teatral
Como cada año en el mes de septiembre, el antiguo Ere del Hermano Pedro, un mágico rincón de tosca natural del litoral de Granadilla de Abona, volvió a unir la música, el teatro y las imágenes, para poner en valor este símbolo de la memoria colectiva y del patrimonio cultural del Sur. La XV Ruta al Ere del Hermano Pedro, con medio millar de personas entre caminantes, participantes y miembros de la organización, conmemoró los 500 años de la llegada de Magallanes y Elcano a la costa de Granadilla, a Monte Rosso (Montaña Roja).
La iniciativa, organizada por la Concejalía de Cultura cuya responsable es Eudita Mendoza, con la colaboración de la Red Mundial de Universidades Magallánicas (RUMA) y la Comisión de Fiestas de El Médano 2019, y la coordinación del doctor en Geografía con mención internacional, José Juan Cano, se inició a las 21.00 horas desde la plaza de El Médano, y tras un tiempo estimado de media hora, un multitudinario camino de luces llegó hasta el Ere. Allí, en este anfiteatro de piedra natural al aire libre se desarrolló un mágico espectáculo de dos horas con luces e imágenes, combinado con material audiovisual a cargo del estudioso Sergio Afonso, que explicó la gesta histórica del siglo XVI, además de teatro a cargo del grupo costumbrista Thynisara, y como colofón, música.
La banda sonora de esta XV edición corrió a cargo de la Parranda Chasnera, que deleitó al numeroso público de un repertorio especial donde no faltaron los fados, por el origen portugués de Magallanes, así como la música latinoamericana y el folclore canario. La hora de regreso al núcleo de El Médano fue en torno a las 23.30 horas.
El alcalde, José Domingo Regalado, destacó la importancia de iniciativas como estas que ponen en valor y promueven el conocimiento y preservación de símbolos de la memoria histórica y del patrimonio natural y cultural del municipio y del Sur. También, indicó, que desde el Ayuntamiento y con motivo de los cinco siglos que se cumplen de la expedición de Magallanes y Elcano y su llegada al litoral del municipio en 1519, se han organizado diferentes actividades en torno a esta temática coincidiendo con esa fecha, a finales del mes de septiembre. Por su parte, el profesor de la ULL y representante de la RUMA, Manuel Fariña, abordó esta primera hazaña considerada como uno de los mayores acontecimientos de la historia de la humanidad y la reciente visita el pasado mes de abril al litoral granadillero de la RUMA, que está formada por 14 universidades de todo el mundo para contribuir, desde el ámbito académico, con la petición de la UNESCO de la Declaración de Patrimonio Mundial para el Viaje de Circunnavegación de Magallanes y Elcano.
Gesta de Magallanes. Hay que indicar que fue entre finales de septiembre y principios de octubre de 1519 cuando la flota de Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano desembarcó en Monte Rosso (Montaña Roja), en la Villa Histórica de Granadilla de Abona. Así se refleja en ‘El primer viaje en torno del globo’, principal crónica del diario de a bordo realizado por el italiano de Vicenza, Antonio de Pigafetta. De esta forma, el nombre de Granadilla de Abona pasó a estar escrito en mayúsculas en la historia universal por tan importante hazaña, que fue definida por este cronista como “uno de los hechos históricos más importantes realizados por el ser humano, por lo arriesgado de la aventura hacia lo desconocido y por la conciencia de globalidad que impuso a las mentes más reacias, llegando a demostrar definitivamente, la esfericidad del planeta ante la creencia aún no descartada del todo, de ser una superficie plana”.
Significado del ere. El vocablo ‘ere’ proviene de sus raíces africanas y, en su momento, hace ya más de 350 años, fue utilizado por el Hermano Pedro en su condición de pastor de cabras cuando lo visitaba junto a su rebaño. El antiguo ere del Hermano Pedro como dijo en su momento Luis Diego Cuscoy, “se trata de un abrevadero natural en fondo de barranco, que ya los guanches utilizaban en sus rutas con el ganado”. Este se cubre con los sedimentos que arrastran las lluvias, manteniendo agua a poca profundidad. Posteriormente, si se escarba un poco y se deja llenar este hoyo del líquido elemento puede beberse o recogerla.