El Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM) ha publicado este sábado la orden de la Consejería de Sanidad que incluye las restricciones navideñas de las que se informó este viernes en rueda de prensa, entre ellas, la prohibición de tomarse las doce uvas el 31 de diciembre en la Puerta del Sol.
Así, el texto señala que los ayuntamientos tomarán medidas destinadas al control de aforos en la vía pública para mantener la distancia social, con iniciativas como establecer itinerarios para dirigir el flujo de personas.
También contempla la suspensión «provisional» de concesión de licencias de espectáculos y actividades recreativas. Por su parte cabalgatas de Reyes y conciertos navideños en vía pública solo podrán tener lugar en espacios acotados, con el público sentado y un 50% del aforo; los belenes y belenes vivientes se regirán por los mismos criterios.
En el caso de los mercadillos se tendrá que reducir su aforo a la mitad y será obligatorio garantizar la distancia social y el uso de mascarillas.
El texto también contempla que en las viviendas de uso turístico y alojamientos sociales serán los titulares de las mismas los que tendrán que controlas el cumplimiento de las medidas frente al Covid-19.
La orden también recoge recomendaciones para el período navideño. Una de ellas está enfocada a los estudiantes que vuelvan a la región a su residencia familiar, a los que se pude que hagan una cuarentena de 10 días antes de volver y que, una vez en Madrid, limiten los contactos y respeten la burbuja de convivencia.
Para la Hostelería, se pide que refuercen la ventilación en espacios interiores, mientras que a los ayuntamientos se les insta a favorecer «un mayor uso del espacio público al aire libre» haciendo que haya «más espacios disponibles para la ciudadanía».
En el marco de las compras navideñas, se recomiendo que se organicen «con antelación» para evitar «grandes aglomeraciones» en calles y centros comerciales. Para aquellos que vivan en residencias y realicen una salida «más prolongada» por la navidad se pide que las celebraciones sean en una única casa, con un grupo de convivencia estable y se aconseja que a la vuelta se les haga una prueba diagnóstica de Covid.