El inicio fulgurante del Atlético de Madrid ha sorprendido a todos, menos a un Diego Simeone que trabaja con un loco para que su equipo no se desconcentre y vaya partido a partido para llegar a un objetivo más importante. Sin embargo, al acabar el 2020 se puede mirar atrás y ver que la campaña pasada tuvo algunas decepciones, pero en esta temporada las cosas no pueden ir mejor y gran parte de ese éxito se debe al paso adelante que han dado algunos jugadores, entre ellos un Joao Félix que lo ha estado bordando, aunque ahora esté algo apagado.
Para el Atlético estar con vida en Copa del Rey, clasificado a octavos de final de la Champions League y en la cima de la tabla de LaLiga Santander, a dos puntos del segundo lugar y con dos partidos menos, por lo que la ventaja puede aumentar, supone un logro muy importante; pero el hecho de que esto se esté logrando con un cambio sustancial en la forma de jugar, con más ofensiva y manteniendo la misma fiabilidad en defensa, ha alegrado a todos. No obstante, la preocupación crece debido a que su máxima estrella se ha ido quedando sin combustible luego de un comienzo tan espectacular.
Joao Félix frenó su ritmo goleador
La llegada de Luis Suárez y la confirmación de Marcos Llorente como un segunda punta fenomenal, le ha dado al conjunto colchonero un aire nuevo, pero parte importante de ese tridente ha sido el aporte tanto en goles como en juego de Joao Félix. Pese a que empezó la campaña envuelto en un mar de dudas por lo sucedido en su irregular primer curso, las cosas no pudieron iniciar mejor para él.
En sus primeros 10 encuentros se lució marcando siete goles, una cifra impresionante que venía a escenificar un gran cambio de actitud; pero la cosa se torció un poco después, porque en los últimos nueve partidos solo ha anotado un gol, lo que viene a ser un declive significativo a como estaba desempeñándose. Lo más preocupante es que su sequía ya se extiende en sus últimos cinco partidos y ya recuerda mucho a ese primer curso tan irregular en el Atlético que le generó muchas críticas, además de constantes rumores de su pronta salida.
Los minutos comienzan a negársele
Simoene conoce más que nadie a su plantilla, por eso sabe lo que esta necesita; pero lo bueno que es Joao Félix lo ha hecho dudar sobre si insistir en su continuidad o comenzar a apostar por otros. Esa duda ya empieza a aclararse, porque cada vez le ha ido restando más minutos de juego, ya sea dejándolo en el banquillo o sacándolo mucho antes de tiempo.
Lo sucedido en el duelo ante el Real Madrid escenifica a la perfección ese hecho. Ante los merengues, con más de media hora por delante, el entrenador del Atlético decidió cambiar al luso para fortalecer el mediocampo. El cambio no le sentó nada bien al ex del Benfica que hasta pateó uno de los asientos en la grada. La confianza sigue siendo plena en el portugués, pero su poder letal debe volver si no quiere que el banquillo se convierta en un lugar habitual justo en una campaña en la que el equipo luce para ganar cosas importantes.