La apertura de la Puerta Santa de la Catedral de Santiago, que ha llevado a cabo a las 17,00 horas de este jueves, 31 de diciembre, el arzobispo compostelano, Julián Barrio, ha marcado el inicio oficial del Año Santo 2021, el primero en más de una década.
Ha sido en un acto diferente al vivido hace 11 años, dadas las medidas de seguridad anticovid que han estado presentes en toda la ceremonia, empezando por la limitación de público tanto interior como exterior para garantizar la distancia de seguridad.
También todas las autoridades, tanto civiles como eclesiásticas, han vestido la pertinente mascarilla, que quedará para siempre retratada al inicio de este Jubileo compostelano marcado por la pandemia de la covid-19.
Lo que no ha cambiado con respecto al 31 de diciembre de 2019 ha sido la climatología. Este año, de nuevo, el clima ha estado marcado por una persistente lluvia que, sin embargo, como sucedió en 2009, ha dado una pequeña tregua al inicio de la ceremonia de apertura.
El acto civil comenzó pasadas las 16,00 horas horas en la Praza do Obradoiro, cuando el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que ejerció de delegado regio, accedió a la tribuna donde escuchó el Himno de España y, posteriormente, pasó revista a las tropas.
Tras ello, se produjo el saludo a las autoridades presentes, entre ellas el presidente del Parlamento, Miguel Santalices, o el delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada.
Después, la comitiva de autoridades civiles atravesó la Catedral para salir del templo por la puerta de Platerías y llegar a la Praza da Quintana, donde está ubicada la Puerta Santa, en procesión con la Comisión Capitular que esperaba al delegado regio.
El arzobispo Julián Barrio, tras saludar a los presentes y asistir a la lectura de un mensaje del papa Francisco, ha sido el encargado de golpear simbólicamente con un martillo de plata la Puerta Santa, ya que, en esta ocasión, para preservar las obras de restauración de la Catedral, no se ha realizado el rito de derribo del muro de piedra. Posteriormente, ha abierto la Puerta Santa, dando por inaugurado este Año Santo 2020.
UN AÑO SANTO MARCADO POR LA PANDEMIA
Si hay un elemento diferenciador que marcará el arranque del primer Año Santo compostelano en 11 años –el periodo más largo de la cadencia de celebración– es la influencia que la covid-19 tendrá durante los próximos meses en la peregrinación.
Y es que estos condicionamientos arrancan de la circunstancia de que Santiago de Compostela estará, de hecho, cerrada perimetralmente, al menos, durante los primeros días de este Año Santo, aunque posiblemente esta medida pueda extenderse.
Con ello, una vez reanudada la movilidad –que está vetada entre comunidades hasta el 6 de enero– y si no se producen cambios por parte de los expertos que asesoran a la Xunta, la capital gallega acogerá el inicio de esta celebración con una medida que impide entrar o salir de ella excepto para motivos justificados.
Del mismo modo, la covid-19 se ha llevado, por el momento, uno de los ritos más apreciados por los peregrinos, el tradicional abrazo al Apóstol Santiago, que todavía no hay fecha para recuperar.