Tras el recurso de la Fiscalía pidiendo su ingreso inmediato en prisión provisional sin fianza, y ante la salida a la luz de unos supuestos audios en los que Rafael Amargo buscaría un local para vender droga y estaría traficando con un kilo de metanfetamina por valor de 13.000 euros, el bailarín ha vuelto a estallar.
Y es que, acusando la presión, el granadino – acompañado por su exmujer, Yolanda Jimenéz, con quien pensábamos que no tenía buena relación tras descubrir que no es el padre biológico de uno de sus hijos, ha sacado su peor cara con la prensa. Rafael ha acusado a los periodistas de no contrastar la información. Ha sido tras actuar en el Teatro de La Latina, retomando «Yerma» después de la extraña cancelación de la obra el pasado miércoles, día en que conocimos la petición de la Fiscalía de su ingreso en prisión. Muy nervioso, y con sus amigos intentando impedir el trabajo de los reporteros, Amargo ha vuelto a desmentir el abandono de Blanca Tomero del espectáculo.
Desmintiendo los rumores de cancelación definitiva de «Yerma» con un «¿tú has visto que esto se cancela? si va cada día mejor de público» y confesando que siente «mucho» apoyo del público en estos complicados momentos, Rafael ha estallado cuando le hemos preguntado nuevamente por la salida de la obra de Blanca Romero. «Es que no os enteráis, qué manera de informar. Estás hablando de una cosa que no te enteras. Blanca Romero estaba en el público. Es como ganas de hacer daño. Dices esa información y no la contrastas que eres el profesional», ha señalado amargamente el bailarín.
Dando la callada por respuesta a las preguntas sobre la petición de cárcel de la fiscalía y asegurando que «como voy a estar» en estos momentos, Amargo cargaba tintas contra la prensa después de la actitud cuanto menos cuestionable de sus acompañantes para que no le hiciésemos más preguntas: «Mira lo que hacéis, parecemos violentos, lo único que queremos es salir de trabajar, irnos a casa con todo el amor del mundo. Entiendo el frio que pasáis entiendo lo que hacéis, pero no os dais cuenta de que es una cosa…». Una queja que evidencia que el bailarín no está pasando por su mejor momento.