El investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), José María Lagarón, ha aconsejado a la población utilizar mascarilla en las reuniones familiares, como así lo recomienda también la Organización Mundial de la Salud (OMS), y hacerse un test rápido de antígenos antes de reunirse con el fin de «bajar los niveles» de incertidumbre ante un posible contagio.
«Debemos extremar las precauciones y no bajar la guardia con cada uno de los encuentros que tengamos y con cada invitado. Incluso en reuniones con un mismo grupo familiar de convivencia existe el peligro ya que no podemos asegurarnos que esa persona haya estado expuesta al entrar con otro grupo distinto», ha dicho el experto.
No obstante, ha puntualizado que si se junta un grupo de convivencia que está controlado en cierta medida, la reunión sin mascarilla «no es problemática», si bien ha insistido en la importancia de utilizar mascarilla de alta protección frente a aerosoles en todo tipo de reuniones familiares, sobre todo aquellas que ocurren en interiores que no se puedan ventilar o que no se ventilen.
«En el caso de grupos no convivientes es evidente que la protección con mascarilla es absolutamente necesaria, junto con la ventilación y la distancia. Lo más razonable es evitar la celebración fuera de grupos convivenciales por este año, ya que no es posible el riesgo cero. Especialmente si convivimos con mayores, debemos de extremar las precauciones e incluso hacerse test antes de esas reuniones convivenciales largas», ha aseverado el investigador, para aconsejar a las personas de riesgo llevar siempre puesta la mascarilla.
Por tanto, ha aconsejado llevar la mascarilla puesta, ventilar y mantener las distancias como medida de precaución durante todo el tiempo que se pueda cuando se esté reunidos con otras personas. Si hay posibilidad de ventilar, se reducirá significativamente la casuística de que persistan aerosoles con carga vírica para ser respirados.
«En espacios cerrados hay que llevar la mayor protección profiláctica posible y permanecer el menor tiempo posible. La tranquilidad aumenta en las terrazas y zonas abiertas con corriente de aire, manteniendo siempre la distancia», ha apostillado Lagarón.
EVITA ‘PICOTEAR’ Y CANTAR VILLANCICOS
Sobre la posibilidad de ‘picotear’ estas navidades, el investigador ha desconsejado compartir alimentos, aunque entre personas convivientes picotear no supone ninguna diferencia respecto al día a día. Entre personas que no lo son, enfatiza, puede darse un mayor riesgo de que la «compartición» pueda generar situaciones de contagio por fómites (superficies que contienen carga viral) o por el simple caso de que haya gotas de virus que se hayan depositado sobre un alimento.
En este sentido, ha informado de que el contagio por transmisión aérea ocurre con mayor facilidad respecto a otros tipos de contagio, sobre todo porque la higiene de manos está muy introducida en la psicología de la población desde el inicio de la pandemia.
«Aun así, hay que extremar siempre las precauciones, porque, aunque nos resulte extraño, deberíamos evitar gestos tan comunes como tocar, brindar o compartir el móvil para felicitar a nuestros familiares o allegados con los que no podemos pasar estas fiestas. De nuevo, la regla general es evitar ponerse en esa situación de riesgo y no celebrar fiestas, cenas, con personas no convivientes, y menos en espacios cerrados», ha detallado.
Finalmente, el investigador del CSIC ha desaconsejado cantar villancicos o hacerlo con las mascarillas puestas, ventanas abiertas y separados. «Desafortunadamente, la mejor receta es pasar estas navidades lo más aislados que se pueda y usar medios telemáticos para la celebración. En el peor de los casos hacerse test previos a la reunión y mantener distancia, ventilar, limpieza de manos y mascarillas. Mucha prudencia, hay que evitar una tercera ola en enero y febrero», ha zanjado.