Incluir el cribado de la hepatitis C en el proceso de vacunación del Covid-19, la enfermedad que provoca el nuevo coronavirus puede ser una estrategia «eficaz» para «recuperar el tiempo perdido» en los meses más duros de la pandemia del Covid-19 en la lucha contra la eliminación del virus de la hepatitis V (VHC), según han asegurado expertos de la ‘Iniciativa Estratégica de Salud ChanCe’, impulsada por AbbVie.
Y es que, tal y como ha señalado el catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Rey Juan Carlos, Ángel Gil de Miguel, la crisis sanitaria generada por el coronavirus ha provocado un retraso de hasta 13 días en las primeras consultas de hepatitis C, un hecho «muy importante» si se tiene en cuenta que en España el 40 por ciento de las personas que se diagnostican de esta enfermedad ya están en fases avanzadas.
«Los tratamientos que tenemos cuentan con una efectividad del 95 por ciento, si bien todavía hay en España 550.000 personas sin diagnosticar, por lo que es necesario poner en marcha todos los mecanismos necesarios posibles para que se les puedan tratar cuanto antes y que el Covid-19 no lo bloquee», ha aseverado.
En este sentido, el efe del Servicio de Medicina Digestiva en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla y presidente de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD), Javier Crespo, ha recordado que tratar la hepatitis C supone «prácticamente curarla» y que, hasta la llegada del coronavirus, en España estaba «a punto» de eliminarla como problema de salud pública, gracias al Plan Estratégico de Hepatitis C, aprobado en 2015, y a las estrategias microeliminación que se estaban llevando a cabo en entornos de poblaciones altamente vulnerables a contraer el virus.
«El Covid-19 ha propiciado la paralización absoluta de estos programas y una saturación de los servicios de Atención Primaria, lo que significa que el número de nuevos tratamientos haya sido extraordinariamente bajo en este periodo», ha lamentado el doctor Crespo.
Ante este escenario, expertos en el abordaje de la hepatitis C, entre los que se encuentran ambos doctores, han impulsado la iniciativa ‘ChanCe’ con el objetivo de ofrecer una serie de recomendaciones y pautas para recuperar la actividad que había antes de la pandemia y «a pesar de la misma».
En concreto, los especialistas han aconsejado que cuando se comience a vacunar del Covid-19 a la población se realice un cribado para detectar, o no, el virus de la hepatitis C. Y es que, según ha avisado el doctor Crespo, muchas personas acuden una vez cada varios años al médico, por lo que si ahora van a acudir a vacunarse contra el coronavirus es una «buena oportunidad» para analizar si tienen el VHC.
La forma de cribar, según han detallado los expertos, puede consistir en tomar una muestra de sangre de la persona, a través de una pinchazo en el dedo, cuando van a vacunarse del Covid-19. Un test que es «muy fácil de hacer y muy barato». Otra opción sería que, en el caso en el que se hiciese un análisis de sangre a la población antes de vacunarse, en el mismo se analizase también la presencia del virus de la hepatitis C.
«Si en la vacunación se tarda entre 6 y 7 minutos, había que destinar un minuto más para sacar una gota de sangre para la hepatitis C», ha detallado Crespo, para informar de que esto «incrementaría muy discretamente los recursos en términos de personal» y sería «muy coste-efectivo».