Cuántas veces has escuchado personas decir “me esforcé tanto, y no lo logré, qué frustrado estoy”, ó “este año ha sido muy frustrante”. ¡De seguro muchas! Y es que la frustración tiende a manifestarse de muchas maneras, y a veces por situaciones tan mínimas que ni siquiera sabemos que estamos frustrados. Hoy te enseñaremos qué es la frustración, a reconocerla, y te daremos algunos tips para no dejar que te domine. ¿Te interesa? ¡Pues comencemos!
Definición de frustración
La frustración es el efecto que se produce tras fallar en el intento de lograr un objetivo. Este efecto, desencadena un sentimiento de insatisfacción vital que puede ser desagradable, y a la vez desarrollar emociones como la ira y la decepción.
Supongamos que te esforzaste demasiado estudiando para un examen: leíste libros, memorizaste conceptos, pediste ayuda y te sientes preparado. Luego presentas el examen, y cuando te dan la calificación, reprobaste. Eso que sientes con tan solo imaginar la situación, se llama frustración.
Las probabilidades de que un individuo acabe frustrado tras fallar en algo, puede depender de su nivel de sensibilidad al conflicto, lo que irá de la mano con su nivel de tolerancia ante la frustración. La frustración puede originarse de fuentes internas o externas.
¿Cuáles son las fuentes internas y externas de la frustración?
En primer lugar, las fuentes internas son aquellas que surgen de tener objetivos y metas que choquen entre sí, logrando que interfieran entre ellos. Estas pueden crear un desorden cognitivo. Un ejemplo puede ser querer estudiar y trabajar a la vez, pero no poder hacerlo por falta de tiempo, ya que si haces una cosa, no llegarás a tiempo para hacer la otra.
En segundo lugar encontramos las fuentes externas, estas surgen cuando condiciones ajenas a nosotros se ven involucradas. Por ejemplo, no poder viajar por la cuarentena, o no poder concretar una meta por falta de herramientas.
¿Cuáles son los elementos que pueden causarte frustración?
Sin duda alguna, abundan factores que pueden determinar tu frustración, desde cosas pequeñas a otras más grandes. Las condiciones sociales pueden ser una de ellas, si vives en una sociedad donde abunda la frustración, probablemente seas más susceptible.
De igual forma, otros agentes como el temperamento personal puede afectarte con mayor o menor intensidad, dependiendo de tu tolerancia a la frustración, la cual si es baja, permitirán que la frustración repercuta más en ti.
¿Cómo identificar si mi tolerancia a la frustración es baja?
Existen distintas formas de identificar tu nivel de tolerancia a la frustración, estas se basan principalmente en las características que presentes en un caso dado. Por ejemplo, dificultad para mantener tus emociones al margen, lo cual puede provocar que te vuelvas una persona más impulsiva e impaciente, así como más ansiosa y susceptible problemas como cuadros depresivos en momentos difíciles.
También se puede identificar cuando existe falta de tolerancia ante los fracasos y poca adaptabilidad en situaciones que requieran paciencia, discreción y comprensión de que no todo sale como deseamos. Si te desmotivas con facilidad ante las dificultades, probablemente tengas baja tolerancia ante la frustración. ¡Pero no te preocupes! A continuación te ayudaremos a aumentar ese nivel de tolerancia.
¿Cómo hacerte fuerte ante la frustración?
Aunque quizás al comienzo no sea fácil, es vital aceptar las situaciones. El comprender que no todas las metas se cumplen al instante, puede ser determinante para no caer en la frustración.
Cuando te acostumbras a un perfeccionismo excesivo se suele generar mayor susceptibilidad ante la desmotivación y frustración, pues te será casi imposible aceptar tus falencias y errores al momento de un fracaso. Por el contrario, si tu perfeccionismo está equilibrado, la flexibilidad hacia ti mismo será mucho mejor y te sentirás mejor aunque no consigas tu objetivo, sin dejar de querer alcanzarlo.
Otros elementos que podrían ayudarte a manejar tu tolerancia a la frustración podrían ser factores como reflexionar mejor las circunstancias, relajarte antes de perder la compostura y no dejarte llevar por las emociones que puedas sentir en el momento, las cuales en su mayoría, suelen ser negativas y muy intensas.
Acciones como mantenerte positivo y saludable mentalmente ante los momentos de frustración, te recordarán tus objetivos y te ayudarán a levantarte mucho más rápido. Por otro lado, si te cuesta mucho trabajo hallar estos pensamientos de forma instantánea, también puedes tomarte un tiempo para pensar, buscar el problema y luego la solución. Tomándote este tiempo de “descanso” podrás bajar los niveles de estrés y encontrar soluciones de una forma más eficiente.
La perseverancia supera a la frustración
Recuerda que cada fracaso te otorga un aprendizaje. Es importante que tras cada ocasión en que no alcances un objetivo, seas capaz de identificar cuáles fueron los errores que te impidieron lograrlo. Una vez los identifiques, el siguiente paso será buscarles una solución, para luego corregirlos.
Al realizar esto, estarás preparado para volver a intentar lograr esa meta, pero esta vez estarás mejor capacitado. De seguro te preguntarás “¿Pero, y si vuelvo a fracasar?” ¡No te preocupes! Siempre podrás volver a intentarlo. Una de las grandes enseñanzas del deporte es la perseverancia.
¿Qué ocurre si no logro alcanzar mis objetivos?
Como te lo hemos recalcado a lo largo del artículo, es de suma importancia saber responder de forma acertada ante la frustración. Una forma de hacerlo es, entre otras cosas, el método de la sustitución, el cual no se trata de huir de la situación frustrante, sino de buscar una alternativa que genere menos angustias, y así poder prepararse mejor para ese objetivo anterior.
También es valioso que sepas distinguir entre deseos y necesidades. Muchas veces solemos frustrarnos por no alcanzar objetivos que no son más que caprichos. ¿Estoy trabajando por una necesidad real, o por un capricho?
Siempre es fundamental preguntárnoslo antes luchar por ello. Hay caprichos que ameritan de un cumplimiento inmediato, estos solo te generarán ansiedad y te volverán una persona caprichosa y más intolerante a la frustración. Se ha demostrado que la frustración, ansiedad y bajo estado de ánimo se esconden tras el trastorno de compra compulsiva.
Por último, trata de mantenerte al margen de las personas, cosas, o situaciones que te transmitan frustración. Esto te ayudará a aumentar tu motivación y fortaleza.