No es un secreto que el 2020 llegó repleto de múltiples cambios. Muchos lo han sufrido psicológicamente, otros en términos de salud, todos en privación de libertad y la mayoría lo hemos notado laboralmente. Por eso, a mediados de agosto supe que tenía que darle un empujón a mi empleabilidad, y después de darle muchas vueltas, decidí hacerlo a través de CICE.
Me decidí definitivamente después de consultar las opiniones CICE, porque me di cuenta de que era lo que necesitaba. Si bien es cierto que la educación universitaria en nuestro país es muy completa, las carencias en formación práctica orientada al mundo empresarial y laboral son notables.
Formación adaptada a lo que solicitan las empresas
CICE es un centro de formación oficial de múltiples multinacionales, por lo que cuenta con multitud de homologaciones de las compañías más importantes a nivel mundial. Esto se traduce en empleabilidad, porque, al fin y al cabo, recibir la formación que una empresa quiere que tengan sus empleados, es perfilar tu candidatura y ahorrar tiempo en aprender ciertas materias que no son demandadas en el mundo laboral.
La combinación de un curso de este tipo con el aprendizaje universitario previo puede ser, precisamente, lo que se esté echando de menos del sistema educativo actual. Uno no se entiende sin el otro, ya que son necesarios los conocimientos teóricos y superiores que imparte la universidad, pero el complemento que te da una formación avalada por el sector empresarial, le otorga la garantía de estar diseñada para dar el salto al mundo laboral.
Nueva realidad pospandemia. Adaptarse con CICE
A la clásica falta de formación práctica aplicada al mundo laboral de muchas carreras universitarias, hay que sumarle el cambio mundial que la actual pandemia provocada por el COVID19 está causando.
El mundo ya mutaba de manera vertiginosa antes del 2020, y estar actualizado suponía, de hecho, la obligación de una formación continua. Pero la situación del año 2020 lo ha cambiado todo y muchas empresas se quedarán por el camino, mientras que otras han tenido que reciclarse sobre la marcha para adaptarse a las nuevas y cambiantes circunstancias. Ha cambiado la forma de trabajar y de relacionarse con el cliente, así como las necesidades de los consumidores. Esta información, que empieza a generarse, la tienen ya algunas empresas, pero aún tardará en llegar a la enseñanza reglada. Por eso, una formación como la de CICE, se aprovecha del conocimiento de las empresas para preparar a los alumnos para los retos que un trabajador tiene que afrontar en su día a día, aumentando así sus posibilidades de encontrar trabajo. CICE está, además, especializada en nuevas tecnologías, por ello creo que contribuye de manera notoria a la mejora de la empleabilidad.
En este momento histórico, toda preparación parece quedarse corta, porque la incertidumbre es muy grande. Pero yo apuesto por seguir formándome, lo que me aporta herramientas para enfrentar lo que vaya a venir. La nueva realidad está aquí para quedarse, y no podemos permitir que nos coja desprevenidos.