Telefónica Brasil, TIM y Claro (América Móvil) han logrado hacerse con los activos de telefonía móvil de la brasileña Grupo Oi por unos 16.500 millones de reales (unos 2.656 millones de euros) después de que el consorcio formado por las tres operadoras haya sido finalmente el único participante en la subasta realizada por Oi.
A falta de que se confirme oficialmente el resultado de dicha subasta, la aceptación de la oferta de Telefónica, TIM y Claro por parte de Oi era previsible tras la retirada del proceso de la empresa brasileña de infraestructuras Highline do Brasil, propiedad del fondo estadounidense Colony Capital.
Telefónica y sus socios firmaron en agosto un acuerdo de exclusividad con el Grupo Oi para negociar la venta de los activos de telefonía móvil de la brasileña, que tenía como objeto de garantizar la seguridad y la rapidez de las negociaciones entre los oferentes y la sociedad brasileña.
Posteriormente, las tres compañías lograron hacerse con la calificación de ‘stalking horse’ (primer licitador) en la fase previa a la subasta, lo que otorgaba al consorcio el derecho, a su sola discreción, a cubrir la oferta de mayor valor que pudiera presentarse en dicho proceso competitivo.
La oferta de 16.500 millones de reales brasileños (2.656 millones de euros) incluye 756 millones de reales brasileños (122 millones de euros) destinados a los servicios transitorios que serán prestados por el Grupo Oi a los oferentes por un periodo de hasta 12 meses, así como el compromiso de celebrar contratos a largo plazo para la prestación de servicios de capacidad de transmisión a través de sus infraestructuras.
En la presentación de la oferta, Telefónica reafirmó su interés por la adquisición del negocio móvil del grupo Oi y por «contribuir al continuo desarrollo de la telefonía móvil» en Brasil. Además, indicó que la oferta favorece y está en línea con la normativa que tiene como objetivo construir y consolidar en el país «un servicio de telefonía móvil «fuerte y eficiente».
PROCESO DE REESTRUCTURACIÓN
Oi, la cuarta operadora de telefonía móvil de Brasil, anunció el pasado mes de junio que, en el marco de su proceso de reestructuración, iba a llevar a cabo la segregación de sus activos, pasivos y derechos de recuperación de las entidades asociadas en cuatro Unidades de Producción Aisladas (UPI, por sus siglas en inglés).
En el caso de la unidad de activos móviles, Oi detalló su intención de vender el 100% de la compañía mediante un proceso de subasta, que estaba previsto para este cuarto trimestre de 2020, tal y como ha sucedido finalmente, con un precio mínimo de 15.000 millones de reales (unos 2.540 millones de euros), que deberá ser abonado en efectivo.
Highline do Brasil presentó inicialmente la mejor oferta económica por los activos móviles, superando así la realizada por Telefónica, TIM y Claro, que llevó a la compañía a firmar un acuerdo de exclusividad con Oi. Sin embargo, las negociaciones entre ambas partes no llegaron a buen puerto y Oi inició conversaciones con el consorcio que sí desembocaron en su designación con primer licitador.