La Audiencia Nacional archiva la queja contra el juez de los atentados del 17-A

El presidente de la Audiencia Nacional, José Ramón Navarro, ha archivado la queja presentada por el Consejo General de la Abogacía Española (CGAE) contra el comportamiento hacia los letrados del presidente del tribunal que juzga los atentados yihadistas del 17-A, Alfonso Guevara. Fue el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) quien decidió que lo analizara Navarro, y éste tras analizar el caso lo cierra, según ha avanzado El Español y ha confirmado Europa Press.

La de CGAE no fue de hecho la única queja, ya que a mediados de noviembre el Consejo de la Abogacía Catalana (CICAC) también manifestó su rechazo «por el trato que el magistrado Alfonso Guevara está dispensando» a los letrados. En esa ocasión fue la decana del CICAC, Mª Eugènia Gay, quien criticó que este trato suponía una «grave limitación al ejercicio del derecho de defensa, pilar fundamental de cualquier Estado democrático y de derecho» que debe garantizar el ejercicio pleno de derechos y libertades.

Por todo esto, desde el CGPJ se acordó en la Comisión Permanente remitir el escrito de queja del CGAE al presidente de la Audiencia Nacional a los efectos previstos en los artículos 160.11 y 13 de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ).

El primero de los artículos hace referencia a las competencias de los presidentes de los órganos judiciales, en este caso Navarro, y comprende que se ejerzan todos los poderes dirigidos al buen orden del Tribunal o Audiencia respectivo, así como al cumplimiento de sus deberes por el personal de los mismos. El artículo 13 recoge que hay obligación de «respetar la independencia de los jueces y magistrados».

Con todo, fuentes del CGPJ consultadas por Europa Press matizaron que no se trataba de una petición de investigación hacia Guevara sino más bien de ver si se había excedido en su actuación, y de ser así, que se le llamase al orden.

LAS BRONCAS DE GUEVARA

La polémica por el trato dispensado por el magistrado a las distintas defensas que participan en la vista oral ha sido una constante desde que arrancara el juicio. De hecho, día a día el presidente del tribunal ha interrumpido los interrogatorios solicitando que se centren las preguntas o insistiendo en evitar que los testigos opinaran o valoraran.

Así, desde el primer día Guevara ya marcó cómo iba a ser la tónica de las siguientes sesiones. Cuando el abogado que defiende a uno de los presuntos miembros de la célula yihadista dijo que abandonaría la sala si le mantenían sentado detrás de la Fiscalía y las acusaciones, el presidente se enfadó y le replicó de forma áspera que no iría a ningún sitio y que permanecería en la sala.

Otra de las broncas más sonadas de Guevara fue la que mantuvo en la tercera sesión con el abogado Jaume Alonso-Cuevillas –que representa a la familia del niño de tres años que murió en La Rambla por el atropello–. Después de que Guevara no permitiera preguntar por el contenido de unas actas de declaraciones, Cuevillas lo intentó y fue regañado por el magistrado.

Cuevillas entonces formuló protesta y agradeció su «amabilidad» con ironía. El rifirrafe tuvo lugar después de que el letrado le preguntara en varias ocasiones sobre qué no podía preguntar porque «no oía» al presidente del tribunal, por lo que el juez Guevara acabó elevando la voz para repetir que no se podía entrar en el «contenido».

«La ironía a otro lado, se lo advierto. Creo que no he faltado el respeto a ninguno, si me ha pedido que hable alto es por lo que estoy hablando alto, pero a mí no se me contesta de esa forma. A mí personalmente sí, a lo que estoy representando, no. Si ahora es moda de no respetar las instituciones, aquí se respetan», dijo entonces Guevara.